La vida y trayectoria de Tomas Brolin ha sido una auténtica montaña rusa de cambios y emociones. El exfutbolista sueco, gracias a su talento con el balón en los pies, llegó a brillar en los estadios más importantes de Italia y Europa, e incluso llevó en volandas a su selección para lograr el tercer puesto en el Mundial del 1994. No obstante, el exjugador del Parma, Leeds o Crystal Palace decidió dar un paso al lado y dejar atrás el mundo del fútbol para probar suerte como empresario, donde se ha centrado en cuerpo y alma en varios negocios: restaurador, productor musical, promotor inmobiliario, jugador profesional de póker… y como vendedor de aspiradoras.
El sueco, que llegó a conquistar una Copa de Italia, una Recopa de Europa, una Supercopa de Europa y una Copa de la UEFA a lo largo de su corta trayectoria futbolística, se ha sincerado sobre su vida y ha hablado de su retirada de los terrenos de juego con apenas 28 años de edad en una entrevista para La Gazetta dello Sport.
«Estaba realmente cansado de entrenar cada día al fútbol y tenía otros proyectos dándole vueltas en la cabeza. Siempre he sido muy curioso y atrevido. Necesitaba algo más en mi vida, y mi mente buscaba nuevas experiencias. Ser emprendedor me resultó útil en la vida», aseguró el propio Brolin, que quedó cuarto en la clasificación del Balón de Oro en 1994, por detrás de jugadores de la talla del búlgaro Hristo Stoichkov (fue el ganador en esa edición), o los italianos Roberto Baggio y Paolo Maldini.
El exjugador nacido en Hudiksvall, Suecia, reconoció que, en ningún momento, se ha arrepentido de colgar las botas y asegura que actualmente no se pierde ningún partido del Parma italiano, club que ha permanecido siempre en su corazón: «Descubrí un mundo nuevo, aprendí un oficio y me volví a desafiar. Siempre he querido superarme en todos los aspectos. Lo hice en el fútbol, en los negocios… ahora solo veo partidos que me interesan, aunque no me pierdo ninguno del Parma porque es un club que ha permanecido en mi corazón, pero no puedo decir que no podría vivir sin fútbol. Sería una mentira y me considero una persona muy honesta».
El exdelantero también habló sobre su experiencia como jugador profesional de póker y recalcó que se inició en el mundillo como un pasatiempos jugando «con amigos en Estocolmo» y acabó «en los grandes casinos de Las Vegas»: «Empecé a jugar con amigos y me gustó… acabé en los grandes casinos de Las Vegas. Estaba muy tranquilo, como lo estaba en el campo de fútbol. Intentaba estudiar a mis rivales, que de eso se trata el juego, pero ese ambiente también me cansaba. A veces me pregunto si soy demasiado inquieto. Siempre necesito nuevos estímulos».
Por último, Tomas quiso destacar una de sus grandes aventuras en el mundo de los negocios: decidió montar una empresa de aspiradoras. «Tenía una idea para un nuevo tipo de aspiradora. Me sentí atraído y fundé la empresa. Fue ese impulso lo que me hizo no querer volver atrás nunca más. Todos me decían que a los 28 años era muy pronto para retirarme del fútbol, pero yo siempre respondía que lo había logrado todo. Quedé cuarto en el Balón de Oro. La vida es demasiado corta para hacer cosas aburridas, y no hago cosas que no disfruto».