Sebastián Fest Buenos Aires

Actualizado Miércoles,
8
octubre
2025

19:16

Tres años y un mes después de que un arma a centímetros de su cabeza fuera disparada sin que saliera la bala, la ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner conoció la condena a los responsables de intentar matarla.

Fernando Sabag Montiel fue condenado a 14 años de prisión, en tanto que a Brenda Uriarte, su ex novia, se le impuso una pena de ocho años. Nicolás Carrizo, el tercer acusado, quedó en cambio en libertad tras tres años en prisión. La condena a Sabag Montiel por el intento de asesinato es de 10 años, pero suma 14 por acumulación de otros delitos previos.

Fracasó así el argumento de la defensa, que sostuvo que «Sabag Montiel fue esclavo de un delirio mesiánico», «sin conciencia de situación y de enfermedad» y afectado por un «delirio persecutorio».

El tribunal tampoco abonó la tesis de la ex presidenta acerca de que el intento de asesinato formó parte de un complot organizado en las altas esferas políticas. Fernández de Kirchner conoció la sentencia en su pìso del centro de Buenos Aires, donde cumple seis años de prisión domiciliaria por defraudar al Estado.

Tanto la fiscal Gabriela Baigún como los abogados de la ex presidenta pidieron la condena por «homicidio agravado por alevosía, por haber sido perpetrado mediando violencia de género en su modalidad de violencia política y por el empleo de un arma de fuego, en grado de tentativa, en calidad de autor penalmente responsable».

El 1 de septiembre de 2022, Sabag Montiel, por entonces de 35 años, puso una pistola Bersa calibre 32 frente al rostro de Fernández de Kirchner, en aquel entonces de 69 años, dos veces presidenta argentina y, en ese momento, vicepresidenta del país.

La bala no salió, la ex jefa de Estado ni siquiera notó en ese momento lo que había estado a punto de ocurrir en medio de una multitud que había ido a saludarla a la calle frente a su domicilio particular.

¿Sucedió lo mismo con la custodia? Impensable que no notara nada, pero la reacción tras el fallido atentado fue llamativa: sus escoltas no se llevaron del lugar a la vicepresidenta, que durante seis minutos siguió firmando autógrafos y tomándose fotos con la gente que la rodeaba. Aún no sabía que instantes antes habían querido asesinarla.

22 meses después del hecho que sacudió al país, Sabag Montiel habló y no dejó dudas: «Yo quería matar a Cristina».

Lo dijo en la primera jornada del juicio oral y público, para el que fueron convocados más de 230 testigos.

El líder de la banda de los copitos, llamada así porque sus integrantes vendían copos de azúcar quemado en las calles, dio explicaciones por momentos asombrosas.

«Yo la quería matar a Cristina y Brenda quería que muriera. Brenda [en ese entonces de 23 años] quería ser más una espectadora que partícipe. Fue un acto en contra de mi voluntad porque en el momento que lo hago sentí que no lo quería hacer, pero lo tenía que hacer».

Sabag Montiel, que nació en Brasil, argumentó que su acción fue una reivindicación personal, pero también para el resto de los argentinos.

«Cristina nos llevó a la inflación. Y yo me sentí humillado porque pasé de tener un buen pasar económico a ser vendedor de copitos», abundó Sabag Montiel antes de detallar cómo fue el intento de asesinar a la mujer que gobernó Argentina entre 2007 y 2015 y que sigue siendo hoy la líder del peronismo.

«Yo estoy acá porque una parte de la justicia argentina no funciona, entonces me cargué una mochila en la cual realmente traté de pagar el precio de lo que otros no hicieron. Y además [quiero] agregar sobre la persona de Cristina Fernández de Kirchner: es corrupta, roba, le hace daño a la sociedad y demás cuestiones que son sabidas, que no es necesario que sean aclaradas porque la mayoría de las personas siente lo mismo que yo», dijo antes de que la ex presidenta fuera condenada en tres instancias judiciales por defraudar al Estado.

«Gatillé una vez, no dos veces como se dijo. Y no le volví a dar a recargar el arma porque fui interceptado. No tuve momento de salida o escape del plan».

Este miércoles, antes de ser condenado, Sabag Montiel hizo una declaración final que sumó elementos de confusión y que llevó al tribunal a hacerle notar que se estaba refiriendo a asuntos que nada tenían que ver con la causa.

«Este causa estuvo armada y esto se sabe. Plantaron [colocaron] un arma (…). Es una estrategia que la viene usando Cristina Kirchner al igual que se repitió con el fiscal Alberto Nisman«, dijo Sabag Montiel en referencia al asesinato en enero de 2015 del fiscal que se aprestaba a denunciar a la entonces presidenta por traición a la patria.