Guillermo Mariscal, recién casado y disfrutando de su luna de miel, se ha convertido en protagonista involuntario de la jornada en el Congreso de los Diputados. Su ausencia, en caso de que Podemos no hubiera respaldado la Ley de Movilidad Sostenible, habría propiciado que el … Gobierno sacara adelante la norma. Porque el Reglamento no contempla conceder el voto telemático por «un viaje personal». Pedro Sánchez comenzó horas antes de la votación a respirar tranquilo.

En un día que la semana pasada se prometía trágico para el Ejecutivo, sale doblemente victorioso. Primero, porque este mediodía Podemos había desvelado que iba a votar a favor del real decreto ley para aplicar un embargo de armas a Israel, a pesar de que estos días había cargado las tintas contra él tachándolo de «’fake’» y diciendo que tramitarlo como proyecto de ley, exigencia que habían planteado otros socios del PSOE como Sumar, ERC, Bildu y BNG, era condenarlo a «dormir el sueño de los justos». Y segundo, porque por la falta de Mariscal, aunque los cuatro diputados de Belarra se posicionaran contra el texto de la norma, garantiza su aprobación y su remisión al Senado.

El diputado, que es secretario tercero de la Mesa del Congreso, se casó el sábado y se fue de luna de miel con su mujer. No obstante, cabe recordar que los diputados no pueden cogerse vacaciones en periodos hábiles. El Reglamento de la Cámara Baja se reformó en julio para, entre otras cosas, ampliar los supuestos para solicitar el voto telemático, pero «un viaje personal» no está contemplado entre ellos.

Los populares pidieron con un escrito en mano en la reunión de la Mesa del Congreso del martes que su compañero Guillermo Mariscal pudiese votar telemáticamente en este pleno por encontrarse de luna de miel. Pero PSOE y Sumar, con mayoría en el órgano rector de la actividad parlamentaria, rechazaron este extremo al alegar que el Reglamento, recién reformado, no lo contempla. De hecho, otro Mariscal, Manuel, pero este de Vox, tuvo que regresar de su viaje de novios en Costa Rica para votar en contra de la ley de amnistía.

La final de la Conference League, sí

Sin embargo, fuentes del PP ven un agravio comparativo y recuerdan que al vicepresidente primero de la Mesa del Congreso, el socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, sí se le concedió el voto telemático el 28 de mayo para asistir en Breslavia (Polonia) a la final de la Conference League entre el Betis y el Chelsea, informan Paloma Esteban y Patricia Romero. «Es más lógico una luna de miel, que está en el estatuto de los trabajadores, que una final, ¿no?», dicen. Fuentes socialistas, en cambio, remarcan que el viaje de Gómez de Celis no era «personal» sino que respondía a una invitación oficial de la UEFA como la que recibieron el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y varios diputados autonómicos andaluces.

Si Podemos vota a favor o se abstiene, la ausencia de Mariscal será irrelevante porque el texto habría salido adelante con él o no apretando el botón rojo desde su escaño. Pero si los diputados izquierdistas, al contrario que ha pasado con el embargo a Israel, se decantan por el no, el Gobierno verá cómo un diputado del PP, indirectamente, salva un proyecto de ley que de no ser por él habría naufragado. Algo similar a lo que ocurrió la legislatura pasada cuando el ya célebre Alberto Casero se confundió y se posicionó a favor de la reforma laboral de Yolanda Díaz, a la que ERC y PNV habían dado la espalda. Un gol en propia salvado, a medias, al conocerse finalmente la abstención de Podemos.