Antes de Martín Caballero (y del mediático Joaquín Torres, cuya mano también se ve en las opulentas casas de las celebrities de La Finca), estuvo por aquí un tal Fernando Higueras. Y antes que Higueras, Javier Carvajal Ferrel. Vayamos por partes.
En los años 70, Fernando Higueras construyó una casa para su familia en Somosaguas, urbanización colindante a la Casa de Campo, inspirándose en la arquitectura de Lloyd Wright y bajo la influencia japonesa. Bautizada como Casa Macarrona, la construcción de increíbles voladizos y ubicada en una parcela de 2.800 metros cuadrados no se puede visitar. De hecho, el portal inmobiliario Idealista anunció que la casa estaba a la venta en 2021 por 2,75 millones de euros. Es una de las grandes obras del peculiar arquitecto. Aunque para peculiar la parroquia Santa María de Caná, diseñada por Higueras e inaugurada en 1999 no sin polémica —el arquitecto fue expulsado de la dirección de obra durante la construcción. Hoy es el edificio más emblemático del municipio, a la vista en el horizonte por su campanario de 40 metros de altura. “Es mi edificio preferido del municipio; no es mi estilo, pero reconozco que es de una imaginación desbordante”, apunta el arquitecto Martín Caballero.

Vista desde la piscina de esta casa brutalista en Pozuelo.© Cristina Rodríguez de Acuña
Menos llamativa es la Casa Carvajal, construida por Javier Carvajal Ferrel para él y su familia también en Somosaguas. Integrada en la naturaleza, es un ejemplo de la mejor arquitectura brutalista española de los 60. Vivió en ella solo 10 años y la concibió como un homenaje a La Alhambra de Granada. “No sé por qué esa sensación de frialdad que se sentía en el exterior desaparecía cuando uno se encontraba dentro de la casa. Allí todo era más cálido. Los patios-jardines interiores hablaban de una sensualidad que huía de sus paredes hormigonadas”, dejó dicho el director de cine Carlos Saura en el libro Miradas Cruzadas. Casa Carvajal (2020), de Cristina Rodríguez de Acuña Martínez.
Es el lugar más seguro de Madrid
Hace apenas unos días, se publicó un informe del INE (Instituto Nacional de Estadística) y del Ministerio de Interior que recoge que la tasa de criminalidad en Pozuelo de Alarcón —1.088 delitos por cada 100.000 habitantes— es la más baja de la Comunidad y ocupa el primer puesto de la clasificación. La directora de la revista digital La Voz de Pozuelo, Asunción Mateos, es vecina de Pozuelo de Alarcón desde 1972. “Me trajeron aquí con dos días y aquí sigo”, cuenta a AD. “Lo que más valoro es la tranquilidad y las zonas verdes. También, la rica oferta cultural, educativa, deportiva y de ocio. Me encanta dar paseos por los parques. Además, las vistas son increíbles. Desde aquí se ven (dependiendo del mirador), las cuatro torres de Madrid o la sierra de Guadarrama. Creo que mis vecinos del pueblo (un Pozuelo muy diferente al de las urbanizaciones como La Finca, Monteclaro o Somosaguas) valoran lo mismo o algo muy parecido”, explica Mateos, heredera de un medio impreso referente del periodismo local durante décadas que fue fundado en 1984 y haciendo referencia a la desigualdad que hay en Pozuelo de Alarcón. Porque, sin duda, los humildes pisos que pueblan el entorno del ayuntamiento poco se parecen a las casas de la urbanización La Finca con vecinos como Kylian Mbappé, Alejandro Sanz o Dabiz Muñoz.
Desde el propio ayuntamiento cuentan en su web que la seguridad es una de las señas de identidad de la ciudad y una de las características más valoradas por los vecinos. “En los últimos meses se ha puesto en marcha una unidad de drones y la próxima instalación de las primeras cámaras del proyecto de vigilancia y seguridad, entre otros”, leemos en el último boletín de noticias oficial de Pozuelo de Alarcón.