Rocío Carrasco está destrozada. Hace tan solo unos días fallecía su suegro, el escritor sevillano Paco Albiac, a causa de una enfermedad terminal. Sevillano de pura cepa y amante de su tierra, el padre de Fidel Albiac era un autor muy respetado que tuvo una juventud bohemia. Para la hija de Rocío Jurado siempre fue una inspiración y un gran apoyo en los momentos difíciles, sobre todo los relacionados con su pulso judicial con el padre de sus hijos, Antonio David Flores.
Aunque no ha sido hasta ahora cuando se ha dado a conocer su fallecimiento, el escritor perdió la vida a finales de este verano, según ha informado este miércoles Semana. A día de hoy, su entorno todavía llora su pérdida, viviendo su duelo a puerta cerrada, desde la más estricta intimidad. Por el momento, ni Rocío ni Fidel se han pronunciado al respecto.
Como decíamos, Paco Albiac siempre fue una persona muy querida por Rocío. Tenía muchas historias que contar. «De muchacho me convertí en músico, trabajé con los flamencos hasta que me topé con el blues y el jazz. Viajé por el mundo, me asenté en San Francisco, California y allí abracé mi verdadera pasión, la literatura», expresaba él mismo en una entrevista en la emisora local de Arahal, en Sevilla, por la publicación de su libro Conclusiones.
Precisamente, la obra, compuesta por fragmentos breves, cartas, poemas y epílogos, está dedicada en su mayor parte a su hijo Fidel. «No te dejo una herencia, te dejo una brújula. No apunta al norte, pero sí señala el lugar desde donde me despedí de ti», escribe. Uno de los capítulos recibe el nombre Carta a Fidel. Ahora, el abogado y su madre, Amanda, lamentan su adiós.
Cabe decir que pese al peso que Rocío Carrasco tiene en la esfera pública, su familia política, incluido Fidel, mantiene un perfil bajo.
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