“¿Esto es real o estoy dentro de una película de Steven Spielberg?”, se preguntaba Fernando Verdasco aquella noche de enero de 2009, después de haber convertido una semifinal del Abierto de Australia en una epopeya deportiva frente a Rafael Nadal. En el deporte profesional, lo que permanece oculto es la liturgia del sacrificio —horas infinitas de entrenamiento, rutinas silenciosas, viajes sin descanso—, mientras que lo visible es la fachada deslumbrante: recepciones con actores y músicos, paseos por Los Ángeles, Miami o Nueva York, ciudades en las que la mirada pública se posa como un reflector implacable.

Ese año, Verdasco ocupaba el centro de todas las miradas. Había jugado por primera y única vez el Masters de Londres, había terminado la temporada como número siete del mundo y, casi en paralelo, nacía Silbon, una firma que apenas insinuaba entonces el recorrido que hoy conocemos.

«2009 fue el año más importante de mi carrera deportiva»

Fernando Verdasco luciendo uno de los diseños de su colección Iconic Sneakers Top 09 para Silbon (Silbon)

Dieciséis años después, ambos caminos se cruzan. Verdasco y Silbon no se limitan a una colaboración pasajera, sino que traman un relato compartido: el de una colección de zapatillas que no es mero diseño, sino la traducción tangible de una biografía. “Llevo menos de cuarenta y ocho horas lejos de mis tres hijos en Doha y ya los echo de menos”, confiesa el madrileño al abrirnos la puerta de la tienda de Silbon en la calle Serrano 27. Su declaración desplaza de inmediato la conversación hacia lo que ha sido siempre el eje de su vida: su familia y la que ha formado junto a Ana Boyer y sus hijos.

Diseños de la colección de Fernando Verdasco Iconic Sneakers Top 09 para Silbon (Silbon)

“Esta colección se llama Iconic Sneakers Top 09 porque 2009 fue, sin duda, el año crucial de mi carrera. La coincidencia es que ese mismo año Silbon empezaba a dar sus primeros pasos. Me involucro en proyectos que tengan un sentido, y este lo tiene”, explica Verdasco. El tenista no se limitó a prestar su imagen: participó en el diseño, en los detalles cromáticos, en la elección de materiales. “Los tonos de la suela evocan la tierra batida de Roland Garros; las lengüetas azules remiten a Australia y al US Open; y el acabado exterior recuerda al pelo de las pelotas de tenis, aunque mucho más suave”, añade entre risas.

«Si el éxito se asume con humildad es algo precioso que compartes con los tuyos»

Fernando Verdasco luciendo uno de los diseños de su colección Iconic Sneakers Top 09 para Silbon (Silbon)

2009 fue, en efecto, la culminación de un largo trayecto: el año en que la constancia acumulada estalló en notoriedad mundial.La exposición pública puede resultar extraña, casi irreal. Pero si se asume con humildad, es algo hermoso. He tenido la fortuna de tener siempre a mi familia cerca: mi padre viajaba conmigo, mis hermanas se unían cuando podían, y Anita que es la pequeña y la que más diferencia de edad tiene, pasaba semanas conmigo ya en plena etapa profesional”.

Fernando Verdasco luciendo uno de los diseños de su colección Iconic Sneakers Top 09 para Silbon (Silbon)

Hoy, ya lejos de la rutina competitiva y con la retirada anunciada este mismo año, Verdasco habita otro territorio: el de lo doméstico, donde el triunfo se mide en rutinas pequeñas y a la vez decisivas. “Disfruto llevando a mis hijos al colegio, recogiéndolos, jugando con ellos… es un regalo para mí”, afirma. En sus palabras no hay nostalgia del circuito, sino la afirmación de un presente en el que la prioridad ha cambiado de lugar. No se trata solo de la familia que lo sostuvo en los aeropuertos y los estadios de medio mundo, sino de la que él mismo ha construido y que ahora marca el compás de sus días.

Dicha conciencia enlaza con un debate cultural más amplio. “No deberíamos preguntar solo a las mujeres por la conciliación”, recordaba recientemente Eva González en El Confidencial. Verdasco, con naturalidad, encarna esa idea: un campeón que después de cientos de partidos y kilómetros recorridos, encuentra en la vida cotidiana una forma distinta —pero no menor— de trascendencia.

«El deporte profesional es tan duro que debe nacer de una ilusión»

Fernando Verdasco luciendo uno de los diseños de su colección Iconic Sneakers Top 09 para Silbon (Silbon)

Fernando recuerda imágenes grabadas en cintas antiguas: un niño de apenas cuatro años en la azotea del restaurante de su padre, golpeando pelotas con una raqueta diminuta. “El deporte profesional es tan duro que solo puede nacer de la ilusión. De pequeño no iba al cine, no jugaba en el parque… yo quería entrenar, quería torneos. Para mí el colegio era lo primero y, cuando quedaba tiempo, el tenis”, recuerda y esa experiencia temprana lo lleva hoy a una reflexión distinta: “Nunca incitaría a mis hijos a ver el deporte como un camino profesional desde niños. Para mí era un juego, no un sacrificio. Además, vivir de esto es muy difícil: se calcula que apenas 100 tenistas en el mundo lo consiguen. Incluso siendo el 200, no alcanzas a cubrir gastos: viajes, entrenadores, fisioterapeutas… Solo cuando entras en el Top 100, con acceso a los Grand Slams, la ecuación comienza a ser sostenible”.

«Me encantaría poder crear una escuela de tenis en Doha y que mi experiencia ayude a los niños»

Fernando Verdasco luciendo uno de los diseños de su colección Iconic Sneakers Top 09 para Silbon (Silbon)

Tras veinticuatro años de trayectoria, la pregunta inevitable es qué quiere hacer ahora. En Doha estamos muy felices. Me preguntan mucho si volvería a entrenar. He estado haciéndolo, pero viajar veinte o veinticinco semanas al año con un jugador es inviable teniendo tres hijos. El tenis es mi vida, lo disfruto, pero ya no me muevo por dinero, solo por cosas que me motiven y con las que me sienta bien. Hoy busco otras ilusiones, como la que me ha dado crear esta colección de zapatillas con Silbon”.

«Siempre que vengo me gusta ir a La Rayúa, me encanta la ilusión con la que mi familia trabaja en el restaurante»

Fernando Verdasco luciendo uno de los diseños de su colección Iconic Sneakers Top 09 para Silbon (Silbon)

Entre esas ilusiones está el proyecto que más le seduce: levantar una escuela de tenis en Doha. “En España hay lugares magníficos de preparación. Siento que allí falta un espacio que fomente los sueños de los niños. Sería un privilegio que mi experiencia les sirviera a otros. Sin duda, una de las cosas que más feliz me haría”.

La conversación regresa a sus orígenes. Aunque la raqueta era su obsesión infantil, el restaurante familiar, La Rayúa, ha sido siempre un segundo escenario vital. “La hostelería es como el deporte: algo absolutamente vocacional. Veo a mi padre cada mañana, yendo al mercado, a la pescadería, a la carnicería, controlando cada detalle. Para eso yo no sirvo. Son él y mi hermana Sara quienes lo sostienen. Para mí, La Rayúa forma parte de mi historia. En el de Tintoreros, en La Latina, no estuve tanto; pero en los de la calle Luna y Majadahonda ayudé mucho a mi padre. Para mí no es una opción, mi camino fue el deporte y el suyo el restaurante. Pero cuando vuelvo me encanta estar allí… y, además, me encanta comer”.

«Nunca me han gustado las comparaciones entre deportistas»

Diseños de la colección de Fernando Verdasco Iconic Sneakers Top 09 para Silbon (Silbon)

Llegando al final de la conversación, entre los contornos geométricos y los matices cromáticos de sus zapatillas, surge una reflexión: si pudiera ponerse en los zapatos de otro compañero, ¿quién sería? “No me interesan las comparaciones. Cada deportista posee su propio lenguaje, su trayectoria singular…», sentencia.

Fernando Verdasco es, simplemente, Fernando Verdasco: aquel niño que nació con un sueño y lo transformó en realidad; la persona que alcanzó la notoriedad global sin desprenderse nunca del ancla familiar, el espacio desde el que hoy organiza su vida y al que dedica la mayor parte de su tiempo. Y, sin embargo, la inquietud por explorar nuevas fronteras sigue intacta: cada paso que da proyecta hacia horizontes distintos, como los que hoy recorre calzando las nuevas Iconic Sneakers de Silbon. “Estoy agradecido a Pablo y Andrea por confiar en mí y por permitirme trasladar también a la moda mi visión, mi manera de entender el deporte y el movimiento”, concluye, dejando la sensación de que, para él, la vida sigue siendo un trayecto abierto, una sucesión de recorridos por conquistar con decisión y estilo propio.