La puntuación media que la población española otorga a su bienestar ocular es de un 5,23 sobre 10, un aprobado raspado que se convierte en suspenso a medida que la edad avanza: en el grupo de 41 a 64 años la nota es de 4,86 y en los mayores de 65, es de 4,84. La miopía, el astigmatismo y la presbicia continúan como los principales problemas oculares.

Son datos del V Barómetro de Salud y Bienestar Ocular de Miranza, presentado con motivo del Día Mundial de la Visión, elaborado a partir de una encuesta a mil personas y que refleja que más allá de la patología diagnosticada, la visión borrosa y la sensibilidad a la luz son los síntomas visuales que más afectan a la población.

De hecho, la sensación de vista borrosa afecta al 32,9 %; la excesiva sensibilidad a la luz, al mismo porcentaje; la irritación, el picor y el escozor, a un 29,7 %; la sensación de pérdida de visión al 29,4 %; la sequedad en el ojo, al 27 %; la sensación de arenilla, al 14,8 %; el dolor de ojos, al 13, 8 %; y el lagrimeo excesivo, al 11,9 %.

El lagrimeo, a menudo ligado al ojo seco, es el síntoma que provoca más incomodidad entre la población, lo que resta bienestar ocular.

La edad, un antes y un después

Los datos indican que el 76 % de los entrevistados afirma que su visión ocular es normal, buena o excelente.

Los jóvenes valoran su salud ocular mejor que otros grupos de edad. De esta forma, más del 50 % de quienes tienen entre 26 y 40 años cree que es buena o excelente. El porcentaje no llega al 30 % en el caso de las personas que tienen más de 41 años.

Precisamente es a partir de los 40 años cuando aparecen problemas que hasta el momento no existían como la presbicia y el inicio de otras complicaciones como el glaucoma o las cataratas.

bienestar ocular población EFE/ Jesus Diges

Haciendo la media, según Miranza, solo el 37 % cree que su salud ocular es buena o excelente, frente al 61 % si hablamos de estado de salud general.

De hecho, solo uno de cada cuatro asegura que su salud ocular es realmente buena.

El índice de bienestar ocular es de 5,23 sobre 10. Por grupos de edad, de 41 a 64 años la puntuación es de 4,86; y en los mayores de 65, de 4,84.

Y es que el oftalmólogo en IMO Grupo Miranza Madrid Marco Sales, que ha participado en la presentación del barómetro, la edad “marca un antes y un después”, sobre todo a partir de los 40 con la aparición de la presbicia, que si bien no es una enfermedad, supone “una alteración para quien hasta entonces no ha tenido que llevar gafas”.

Los problemas más frecuentes

El 36,9 % de los entrevistados para el barómetro tiene miopía; el 35,9 %, astigmatismo; el 31,2 %, presbicia; el 12,6 %, hipermetropía; el 6,8 %, ojo seco; el 4,6 %, cataratas; el 3,3 %, estrabismo; el 2,6 %, glaucoma; el 1,7 %, degeneración macular; y el 1,2 %, desprendimiento de retina.

El 73 % lleva gafas y a un tercio de estas personas le incomoda llevarlas. El 17 % usa lentillas, pero incomodan a un 38 % de lo usuarios.

bienestar ocular población EFE

Según la oftalmóloga y directora médica de Miranza COI (Bilbao), Ioana Romero, el ojo seco ha irrumpido en la población joven, a pesar de que es un síndrome de sequedad ocular asociado a las personas mayores. Las pantallas están detrás del aumento.

La oftalmóloga aboga por fomentar la actividad al aire libre: “si todos fuéramos pastores de ovejas, por ejemplo, el ojo seco se vería reducido en un 80%”, asegurado.

Las consecuencias de un bienestar ocular mermado

Leer en el móvil y subir y bajar escaleras son dos de las actividades que más dificultades generan relacionadas con la visión.

Y casi la mitad de los encuestados afirma que la vista afecta a su capacidad para conducir (46 %), para trabajar (43 %) y, en menor medida, para socializar (33 %) y hacer deporte (21 %).

Para el 17 % su estado visual le afecta a las ganas de salir de casa.

Según el barómetro, los problemas oculares afectan al bienestar global de la persona, haciendo que su deterioro provoque sentimientos de pérdida de control sobre lo que hacemos (24 %), inseguridad (22 %), dependencia de otros (20 %), así como frustración, tristeza o vergüenza.

Y todo ello pese a que ninguna franja de edad se revisa la vista anualmente.

Un retrato robot

El retrato robot del español con aprobado raspado en visión ocular es el siguiente:

  • Su visión empieza a deteriorarse a partir de los 40 años.
  • “Normaliza” síntomas como visión borrosa, sensibilidad a la luz, sequedad ocular o picor.
  • Usa gafas o lentillas de forma habitual, aunque le resultan incómodas.
  • Vive con altos niveles de estrés y duerme menos de lo recomendable
  • Lleva una vida sedentaria.
  • Considera que los problemas visuales son inevitables o están determinados por la genética. Duda de que mejore con cambios en el estilo de vida.
  • Le preocupa su visión pero no acude al oftalmólogo con la frecuencia recomendada.
  • No se ha sometido a tratamiento a pesar de las molestias.
  • Percibe sus síntomas como molestias con las que hay que convivir, más que como señales de alerta.

Recomendaciones

Para mejorar la salud y bienestar ocular de la población, el barómetro destaca la necesidad de tener hábitos de vida saludables y acudir al oftalmólogo ante la aparición de síntomas.Asimismo, hace hincapié en no normalizar los síntomas.

Y recordar la regla 20-20-20 cuando se esté mucho tiempo delante de una pantalla, para evitar la sequedad ocular: parar cada 20 minutos, durante 20 segundos y mirar a 20 pies de distancia (algo más de seis metros).