La naturaleza como punto de partida, pero visitada desde varios frentes. Ese es el germen de la nueva exposición de CaixaForum Palma, Art i natura. Un segle de biomorfisme, en la que se presenta la naturaleza desde diferentes acercamientos. La muestra es fruto de una colaboración con el Centre Pompidou de París, que ha prestado casi 70 piezas de sus fondos, y permanecerá abierta hasta el próximo 15 de febrero ocupando dos plantas del centro palmesano. La comisaria, Angela Lampe, destaca que es «una propuesta híbrida que alberga tanto videoarte como pinturas, esculturas y dibujos». Esa pluralidad refleja «lo fructífero que tienen los diferentes lenguajes creativos», que se configura a través de nombres tan importantes como Miró, Giacometti o Alexander Calder.

El recorrido comienza en la primera planta, en la que se explora la influencia de la naturaleza desde dos vías: la metamorfosis y el mimetismo. Cada una cuenta con un color que permite una aproximación temática y en bloque a las obras. Una de esas piezas iniciales sirve para introducir el concepto base de la muestra: el biomorfismo, un término acuñado en los años treinta por Alfred H. Barr, primer director del MoMA, al hilo de una muestra de arte abstracto que tuvo lugar en el museo. En esta primera parte destacan, entre otras, cinco obras de Picasso y una pieza de Georgia O’Keeffe. También una creación de Le Corbusier, que además de arquitecto fue pintor, y refleja un tipo de abstracción organicista que es visible en una obra de Miró con la que comparte espacio.

El segundo bloque del recorrido es el que se centra en el mimetismo. Está presente, por ejemplo, la conocida silla Paimio número 41, de Alvar Aalto, y una película de László Moholy-Nagy que la comisaria de la muestra califica de «documental pero a la vez artística» y que muestra el mar desde una «estética muy austera». Asimismo, en este apartado sobresale un Jean Dubuffet de grandes dimensiones.

En la planta baja se establece la relación desde la materia, pero también desde la amenaza que supone la naturaleza. Destacan las esculturas en madera, como una de Richard Deacon o una pieza de Land Art. En el último tramo, el de la amenaza, un vídeo de Jeremy Deller protagonizado por murciélagos nos recuerda el impacto de la pandemia de la COVID.

En la rueda de prensa celebrada este martes Angela Lampe, que ha estado acompañada por Noemí Vallespir, del CaixaForum, ha destacado «la influencia que la naturaleza tuvo sobre los artistas y cómo el biomorfismo es fruto de un acercamiento desde diferentes frentes» que se ampliaron, por ejemplo, con las lentes microscópicas, que derivaron en la observación de formas que nuevas. También afirmó que la muestra busca la «divulgación cultural y de mediación» de la misma.

En este sentido, cabe mencionar que contará con un ciclo de películas y conferencias que tendrán lugar entre noviembre y diciembre y que están anunciadas en la web del centro. Lampe subrayó que la naturaleza ha sido la inspiración de una muestra orgánica que «muere y nace en cada lugar que se expone». La exposición ya ha recorrido otros centros de CaixaForum de España, como el de Barcelona o Sevilla. Ahora termina su itinerancia en Palma en un edificio que, no lo olvidemos, está recubierto de una profusa decoración floral fruto de un interés por la naturaleza que, desde el modernismo, no ha decaído.