FABIO LIONE´S DAWN OF VICTORY

+ ALTERIUM

Viernes 26 de Septiembre de 2025 – Sala Revi Rock – Madrid

Casi podíamos habernos quedado en las inmediaciones de Revi Rock para lo que se nos venía en la noche del viernes, sin necesidad de desplazamientos… poco más, y nos hacen un hueco para dormir en algún rincón de la sala. Pues nos veíamos de nuevo de pie, esperando a que una banda saliese al escenario, y prepararnos de nuevo para recibir una nueva noche plagada de melodías y buen ambiente, con una muy buena entrada, por cierto.

Tras haber visto a los RHAPSODY OF FIRE de Staropoli en varias ocasiones, escuchar todos los proyectos derivados de RHAPSODY en los que estuviesen involucrados Luca Turilli, Alex o Fabio Lione, y haberme perdido la reunión en la que casi se despedían de las canciones de los cinco primeros discos de la banda, poca o ninguna esperanza tenía de poder disfrutar de clásicos que marcaron a toda mi generación, y a alguna más. «Legendary Tales», «Symphony of Enchanted Lands», «Dawn of Victory» y «Power of the Dragonflame» son ley…una tanda de álbumes imprescindibles para los seguidores, y también para la historia y evolución del power metal, si queréis llamarlo simplemente así.

Claro que luego vinieron buenos álbumes como la segunda parte del segundo lp, «Triumph orAgony» o «From Chaos to Eternity», pero el cuadrilatero que forman los cuatro iniciales sigue siendo, a día de hoy, sagrado. El cachondo de Fabio Lione lo sabe, y por ese motivo, le resulta una garantía inquebrantable el realizar una gira interpretando temas que TODOS queremos escuchar una vez más con su voz…monta FABIO LIONE’S DAWN OF VICTORY (por si quedaba alguna duda de lo que váis a ver) y tiene el detalle de traerse con él a tres ex- RHAPSODY (en alguna de sus encarnaciones) como Alex Holzwarth a la batería, Dominique Leurquin a una de las guitarras y Patrice Guers al bajo. Vamos… que faltaban Turilli y Staropoli, con lo que banda de versiones, como tal, no es. He visto formaciones clásicas con menos miembros lícitos en sus filas…he dicho. El único acompañante desconocido en el «Rhapsody’s World» es el guitarrista germano Justin Hombach. Parece que hay garantías, ¿verdad?. Yo ya me estaba comiendo las uñas.

Para no perder comba, los italianos ALTERIUM saldrían a escena y así presentarnos a una banda que lleva muy poco tiempo en activo, pero que ya se ha ganado la confianza de un sello como AFM para publicar su material. Contienen un único álbum en el mercado, «Of War and Flames» y varios singles y EP’s, que además podían conseguirse en su puesto de merchan junto a ítems bastante chulos, por cierto. Practican un power metal de corte moderno que gira en torno a la figura de su jóven vocalista Nicoletta Rosellini, quién mantiene el timón derecho del line up y lidera una propuesta que, si bien no nos trae nada exclusivo ni sorprendente, agrada a primera escucha. Lo demostraron tan pronto como salieron al escenario, cuyo únicos adornos eran un pie de micro en forma de espada sagrada, y un telón gigante con el logo de ALTERIUM… ni tan mal siendo una banda invitada. Salieron a escena sonando muy bien, sin demasiados alardes,  pero con todo en su lugar, con «Drag Me to Hell», tema que abre su debut.

La voz de Nicoletta cumple, y deja impronta, así como la banda es muy solvente y suena ensayada, sin fisuras… técnicamente sin reproches. Creo que las guitarras de Alessandro Mammola y Luca Scalabrin son los elementos que más lucen en su faceta de directo, pues los coros son todos disparados, los teclados igual, ni qué decir que los coros, incluso de la propia vocalista, también. Les animo a que ambos guitarristas se arrimen al micro a realizar algún pinito, sobre todo porque la batería, aunque bien tocada, sonaba un tanto desnaturalizada.

No obstante, el show fue de menos a más, y consiguieron que esos «peros» se quedasen en un segundo plano. «Hear My Voice» suena realmente bien, llevando nuestra mente hacia aquellos maravillosos años en los que gente como SONATA ARCTICA o los propios RHAPSODY estaban en boca de todos. El tema posee un magnífico estribillo que Nicoletta intepreta con fidelidad y destreza.

Me da la sensación de que los temas van a ser protagonistas, y es que la banda tiene muy buenas composiciones, pues «Siren’s Call» contiene una preciosa melodía que arropada por un buen muro de guitarras muy bien llevado, conduce a un estribillo que, con una vez que lo escuches, se te queda en la memoria. Y la banda, creo que consciente de ello, desprende buen rollo tocándola. Buen rollo, que sí que parecía estar generando un factor sorpresa y curiosidad sobre un público que ya parecía estar encantado con ALTERIUM.

Temas como «Firebringer» se salen un poco de los cánones del power metal, con algún teclado más prog, riffs más pesados y un desarrollo muy bien estructurado, llegando a un estribillo realmente bueno. Quizás el fuerte de su música, y de sus shows.

«Stormage» es un tema recién salido del horno y encontramos unas formas mucho más cercanas a NIGHTWISH, pero sin tanta floritura, con elementos sinfónicos, acompañando a la composición en todo momento.»Raise Our Jar» mantuvo el interés de un personal amigable con lo que estaba viendo, que no es moco de pavo, con un tema hímnico, tarareable y fácil de amenizar en vivo… aunque todo sea dicho, el trabajo de guitarras en «Shadowsong» y su carácter más serio, hizo que uno de los momentos de su noche se produjese cada vez que Nicoletta entonaba el bonito estribillo del mismo.

Tras otra nueva composición, «Sui», más veloz, más dura, en la que brilló lespecialmente a batería de Dario Gozzi, ALTERIUM anunciaban su retirada con «Of War and Flames», contentando al ya numeroso público que esperaba la salida del italiano como agua de mayo. Muchos de los asistentes acudieron a su puesto de merchandising, y la propia Nicoletta se mezcló entre el público, haciéndose fotos con cualquiera que se lo pidiese. Aprovecharon al 100% sus 40 minutos en el escenario, convencieron con su propuesta, y ganaron algún fan en el camino. Esa es la fórmula, ALTERIUM.

Se desviste el escenario, y solo queda un fondo negro. Cuando se apagan las luces y, entre tonos rojos, verdes y azules, empieza a sonar «Epicus Furor», la mítica intro del «Symphony of Enchanted Lands», ya sabes que aquí no va a haber tiempo, lugar, ni cabida para nuevas composiciones que solo conocen unos pocos… van a degüello y es apostar fuerte empezar con una intro tan icónica, que explota con «Dawn of Victory». La locura se desata, aunque se desinfla un poco al comprobar que la batería de Alex suena exagerada, las guitarras no se escuchan, y la voz de Fabio casi no se distingue.

El doble filo de empezar tu show con una de tus mejores bazas, es que si suena bien, la gente se viene arriba y te los has ganado desde el inicio, pero si sucede lo que en esta ocasión, empiezan a temblar las canillas pensando que esa será la tónica general del concierto. Aún y con todo, el público cantó el brutal estribillo a pleno pulmón, y la banda salió como un tsunami, especialmente un Fabio que luce increíble físicamente…pero que, vocalmente, es de otra galaxia.

Hacía mucho tiempo que no tenía oportunidad de verle bajo los focos… quizás con VISION DIVINE hace más de 15 años, y no sabía qué esperar. Me encontré con uno de los mejores frontman que se pueden disfrtuar a día de hoy en directo. Carismático, comunicativo y profesional como muy pocos. Un deleite para los sentidos. Por otro lado, me encantó comprobar el sentimiento de buen rollo que hay entre los propios miembros de la banda, que se proyecta al público de modo inmediato, especialmente el de un Justin Hombach que me encantó a todos los niveles. Un tono parecido al de Turilli aunque algo más afilado, y una sonrisa inmensa en la cara, disfrutando cada nota que tocaba, y así nos lo hizo sentir.

Por arte de magia, cuando empezó a sonar «Wisdom of the Kings» de su segundo disco de estudio, todo empezó a sonar espectacular. Está claro que los teclados disparados, así como los coros, son más fáciles de sonorizar, pero la bateria del gran Holzwarth empezó a brillar, y, salvo algunos solos de guitarra, todo se niveló para que pudiésemos saborear semejante espectáculo para el oído…hablo, claro, de un Fabio que vivía cada nota, y que transoformó el escenario de «la Revi» en una fiesta continua y desenfrenada. Nostalgia, emoción y unos temas imbatibles que la banda estaba defendiendo a muerte… «The Wizard’s Last Rhymes» del «Rain of a Thousand Flames» fue presentada por Lione en perfecto castellano, que es como se dirigió a nosotros durante todo el show, bromeando con el público, haciendo partícipes a las primeras filas, y derrochando carisma.

El tema sonó calcado al original en todas sus capas, incluido el desparpajo de los dos guitarristas, que supieron cómo darle el color adecuado a cada una de sus partes. Llegó el momento de viajar a 2002, y al espectacular «Power of the Dragonflame» y la festiva «The March of the Swordmaster»… todo el mundo a a saltar como loco, y Lione creando teatro en cada nota, con un feeling, control vocal y fuerza que me cuesta describir. El estribillo nos dejó afónicos y fue un viaje maravilloso a una etapa de nuestras vidas de las cuales, este tema fue banda sonora… ¡menudo flashback!.

«Riding the Wings of Eternity» del «Symhony of Enchanted Lands» continuó llevándonos a surcar los cielos subidos en el lomo del enorme dragón rojo, pero fue con «Land of Inmortals» cuando, de verdad, nuestra mente regresó a aquel maravilloso inicio como banda, representado por un magno «Legenday Tales», que aún a día de hoy, me parece un disco perfecto de principio a fin. Todos cantamos su estribillo junto a Fabio, que se mostró muy agradecido por la acogida que estaba teniendo cada una de las joyas que iban regalándonos.

Otro hito en la historia de RHAPSODY, fue el grabar «The Magic of the Wizard’s Dream» junto al gran Christopher Lee… historia que, con gran emoción, nos contaba Fabio. El cómo lograron que semejante figura interestelar accediese a trabajar junto a la banda italiana. La intepretación que hizo del tema, partes de tenor incluidas, logró que a toda la sala se nos encogiese el corazón, y se nos hiciese un nudo en el estómago, generando uno de esos momentos que difícilmente podremos olvidar los que allí nos encontrábamos.

Otra vista a su primer y flamante disco con «Warrior of Ice» siguió completando nuestro sueño. Impresionante interpretación de toda la banda, echando en falta, únicamente, ver a Staropoli tras esas líneas de teclado tan características… pero siendo honestos, las miradas seguían centrándose en un frontman que no dejaba de dejarnos alucinados con el estado de su voz.

Llegó el momento de un tema, que según el propio vocalista, a media banda le gustaba, y a la otra media, como que no… «The Village of Dwarves» es una auténtica obra maestra del género, y nos hizo saltar, emocionarnos, cantar y sentir que estábamos viviendo, probablemente, el mejor repertorio de temas de RHAPSODY de la historia…o uno de los mejores. No faltó el primer trallazo de la banda, «Etenal Glory», para el que grabaron su primera demo, ni «Lamento Eroico» del «Power of the Dragonflame», con la que volvimos a alucinar, escuchando a un Fabio Lione hacer lo que le daba la real gana con su portentosa y única voz.

Y llegó EL MOMENTO… «Holy Thunderforce» fue un single tan sonado en la época, que ha hecho historia, y esta noche retumbó como un verdadero trueno. Veloz, agresivo y cantado nota a nota, tono a tono…una delicia, y un regalo para nuestros oídos y corazones.

No os podéis imaginar el ambiente que se respiraba en la sala, y lo que lo estábamos gozando junto a Fabio y sus chicos. Si os digo que cayeron los diez minutazos de «Symphony of Enchanted Lands», sabéis a lo que me puedo referir. Nicoletta subió al escenario, y, en un gesto de caballerosidad de Fabio, ya que el micro de la vocalista no funcionaba, le pasó el suyo, y terminaron cantando los dos con las caras casi pegadas.

El tema lo disfrutamos segundo a segundo, aunque para «Unholy Warcry» ya se anunciaba un final que, en lo personal, hubiese alargado las horas que hubiese hecho falta. Como era de esperar, «Emerald Sword» cerró el capítulo con toda la sala gritando el famoso estribillo como si este, el de esta noche, fuese el concierto de sus vidas.

La banda, agradecida por el recibimiento, estuvo un rato despidiéndose desde el escenario, conscientes de que, lo que había ocurrido en Revi Live, había sido muy grande. Los recuerdos, las emociones y las ganas de RHAPSODY se agolparon, y Fabio Lione supo aprovechar el momento.

Concierto inolvidable.

Texto: José Rojo

Fotos: Pedro J. Delgado (Correspondientes al concierto del (Miércoles 24 de septiembre -16 Toneladas– Valencia)

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