El Museo del Prado reabre su galería central tras la renovación cromática acometida durante las últimas semanas. Desde este miércoles, los visitantes pueden acceder a este espacio que alberga los grandes lienzos de Tiziano, Tintoretto, Veronés y Rubens con un nuevo fondo azul … concebido para destacar la arquitectura histórica de Villanueva y el brillante colorido de estas pinturas.
Culmina también la nueva instalación de las esculturas de los Leoni con la incorporación de las piezas dedicadas al emperador Carlos V y la emperatriz Isabel de Portugal. Además, se ha renovado la museografía de la colección permanente que incluye nuevas cartelas, catenarias y peanas para las piezas. La intervención se ha desarrollado en dos fases entre septiembre y octubre de 2025.
La galería central, abierta desde 1821, es la columna vertebral de la colección permanente del Prado. A lo largo de más de dos siglos, su aspecto ha experimentado sucesivas transformaciones cromáticas y arquitectónicas que han reflejado los cambios de sensibilidad estética y las tendencias expositivas.
En esta ocasión, la elección del azul responde tanto a criterios históricos como artísticos. Se trata de un color con una fuerte tradición en la pintura europea, utilizado por maestros como Velázquez, Murillo o Tiziano, y que ya había mostrado su efectividad en la reciente exposición ‘El Greco. Santo Domingo el Antiguo’. El contraste vibrante con las colecciones de pintura italiana y flamenca realza la fuerza de las composiciones y aporta monumentalidad al espacio.
La intervención ha incluido, además de la pintura de muros, una revisión de los sistemas de iluminación y la reorganización museográfica de algunas de las piezas expuestas. El resultado ofrece un montaje más armónico, que potencia la experiencia del visitante y actualiza la presentación de uno de los conjuntos más destacados de la colección.
Esta renovación se suma a la larga tradición de intervenciones en la galería central: desde la reforma de Pedro Muguruza en los años 20, la climatización en los 80 o la recuperación de ventanales en 2011, hasta el montaje de la exposición ‘Reencuentro’ en 2020. Ahora, con el nuevo azul, el Prado abre una etapa cromática en su espacio más representativo.