José Sacristán ha sido el último invitado de la semana en El Hormiguero. El actor ha visitado el programa de Pablo Motos para presentar su último proyecto, El hijo de la cómica, una obra teatral que se basa en la adaptación de de la primera parte de El tiempo amarillo, libro de Fernando Fernán-Gómez.

Durante la entrevista, además de presentar su trabajo, el también director ha contado cómo se toma la vida a sus 88 años. «Sabes que no hay ni  cuatro ni cinco como tú». ¿Hay algo que podamos copiar de tu manera de pensar?«, le preguntó el presentador a su invitado.

«Tengo que volver a hacer referencia ante ti de los ajos de mi pueblo. No tengo más remedio porque es la base fundamental», bromeó Sacristán, refiriéndose a este alimento como el secreto de su espíritu vital. «Le das una importancia a los ajos y el anís…», apuntó el de Requena. «Sobre todo el ajo, el anís hay que racionarlo», alegó el actor.

A continuación, el intérprete reflexionó sobre la idea de lo que es para el la existencia: «Creo que hay una cierta cordialidad entre la idea que uno tenía de cómo podía ser o debía ser y lo que más o menos viene siendo. Esa cordialidad produce un confort que te permite andar por la vida con cierto margen de movimiento. Y ya son 88 años». 

«Me has dicho una cosa que me ha encantado y es que cuando miras atrás no huele a mierda», destacó Motos sobre un apunte que le hizo previamente el intérprete. «No, no me paso la vida mirando para atrás, entre otras cosas, porque te puedes dar con las farolas y no es bueno para el hígado, pero sí tengo muy claro desde el principio de cuidar muchísimo y estar muy pendiente de dónde y de quién vengo«, respondió él. 

«Siempre que echo la vista atrás y recuerdo a mis padres, a mi hermana, a mi abuela, a mis tíos y a la gente que me enseñó a andar por la vida, no solamente no huelo a mierda, sino que estoy encantado de volver a ellos«, concluyó Sacristán con su alegato.