El actor José Sacristán ha estado este jueves en El Hormiguero para cerrar la semana de invitados y presentar su obra de teatro El hijo de la cómica con la que homenajea a Fernando Fernán Gómez. Durante la entrevista con Pablo Motos, además de comentar su obra, también ha sido preguntado por cómo ve España y, el también director, ha hecho una radiografía completa. 

«Me disgusta lo cutre del debate público, no tiene siquiera grandeza trágica y hay algo barriobajero, cutre e insolente, tanto por un lado como por el otro, en ocasiones más por un lado que por el otro o por unos lados más que por otros», ha comenzado diciendo.

Sacristán ha asegurado que le preocupa «el empobrecimiento del debate porque estos no nacen por generación espontánea». «Estos representantes de la vida pública han sido elegidos por nosotros. ¿En qué punto esta cutrez y esta cosa que prácticamente roza el alfabetismo o la poca sensibilidad cultural nos está reflejando a los de a pie?», se ha preguntado.

El actor también ha planteado que «en qué punto somos los que jaleamos lo más innoble del comportamiento de estos representantes nuestros», ya que, ha proseguido, «en ocasiones es tan insolente la evidencia que no me atrevo a pronunciarlo para no herir sensibilidades». «Pero me preocupa lo torpe y el debate público lamentable», ha sentenciado.

El invitado del programa de Antena 3 ha apuntado que «hay una retórica perversa»: «¿En qué punto cuánto más torpe, perverso e inoperante a opinión de unos se pronuncia esta gente está satisfaciendo la parte más innoble de su electorado? Veo jalear y aplaudir unos comportamientos que me parecen deleznables». 

También ha tenido un mensaje para la izquierda: «No me gusta cuando la izquierda entra al trapo porque, como dice Javier Cercas, la ironía y el cinismo no le sienta bien a la izquierda».

Finalmente, ha reflexionado sobre el origen de la clase política: «No deberíamos permanecer al margen como si la clase política fuese algo ajeno, están ahí porque los elegimos y en algunas ocasiones los hemos vuelto a elegir incluso habiendo manifestado unos comportamientos que, desde mi punto de vista, son improcedentes». 

«Me preocupa de todo esto en qué punto nos representan, en qué punto nos parecemos y hay un número de personas que piensan, sienten o se manifiestan de una manera que demuestran unos niveles de raciocinio bastante lamentables. ¿Qué parte nuestra está en ese lado negativo o torpe?«, ha concluido.