Si la gente tiene el cuadro eléctrico del recibidor a la vista, la casa no está terminada

En decoración, los pequeños detalles son los que marcan la diferencia entre una casa simplemente amueblada y un hogar bien diseñado. Y uno de esos detalles que a menudo pasamos por alto es el cuadro eléctrico. Aunque es imprescindible para el funcionamiento de la vivienda, su presencia suele romper la armonía visual de las estancias, especialmente si está a la vista en el recibidor o en el pasillo.

Amaia Elías, decoradora y directora creativa de Amai Studio, lo tiene claro: «Siempre decimos que una casa no está terminada si no ocultamos el cuadro eléctrico». La interiorista ha compartido en uno de sus vídeos de TikTok un truco sencillo, pero muy efectivo, para que este elemento pase desapercibido y no arruine la estética de tu casa.

My Player placeholder

¡Haz clic en el vídeo!

RBA

Recibidores con ideas para aprovechar el espacio con estiloIntegrarlo en el mobiliario de la entrada

Amaia muestra el ejemplo de un proyecto reciente en el que el cuadro eléctrico estaba ubicado en la entrada de la vivienda. En lugar de dejarlo a la vista, lo integraron de manera elegante dentro del mobiliario. «Fíjate cómo lo hemos ocultado en esta casa. Si os fijáis, el armario de la entrada tiene el mismo acabado que todo el mueble de la cocina. Por ello hemos hecho un hueco aquí donde integramos todos los cuadros eléctricos«, explica la decoradora.

Este recurso tiene una doble ventaja: por un lado, permite que el cuadro eléctrico quede oculto tras una puerta de armario, evitando que llame la atención; por otro, genera sensación de continuidad visual al mantener el mismo material y acabado en todos los frentes de la vivienda. El resultado es un recibidor mucho más limpio, ordenado y coherente con el diseño de la cocina y el resto de la casa.

La interiorista insiste en que este tipo de soluciones no solo son estéticas, sino también prácticas: el acceso al cuadro eléctrico sigue siendo sencillo, pero sin que reste protagonismo al espacio. «No se trata de esconderlo de forma complicada, sino de integrarlo de forma natural en el diseño de la vivienda«, añade.

Otros trucos para ocultar el cuadro eléctrico

Foto: Foto: Jordi Canosa – Interiorismo: Pia Capdevila – Estilismo: Mar Gausachs

Aunque la solución de integrarlo en un armario es una de las más efectivas, existen otros trucos de interiorista para disimular el cuadro eléctrico:

• Puertas decorativas: si no hay posibilidad de integrar un armario, se puede instalar una puerta del mismo color que la pared o incluso de cristal esmerilado para que pase desapercibida.
• Cuadros y láminas: en algunos casos, colocar un cuadro, espejo o panel decorativo con bisagras puede servir para tapar el cuadro eléctrico sin impedir su acceso.
• Paneles de madera o DM: otra opción es cubrir la zona con un panelado de madera o lacado que imite la pared, de manera que el cuadro quede oculto tras una tapa invisible.
• Mueble a medida: si el espacio lo permite, crear un pequeño mueble auxiliar en el pasillo o la entrada puede resolver dos problemas a la vez: ofrece almacenamiento y oculta el cuadro eléctrico.
• Pintura o papel pintado: si no es posible taparlo físicamente, al menos se puede integrar pintando la tapa en el mismo color que la pared o forrándola con papel pintado.

Detalles que elevan el diseño

Ocultar el cuadro eléctrico puede parecer un detalle menor, pero es uno de esos gestos que marcan el paso de una casa estándar a una casa bien resuelta. Al integrarlo en el diseño del mobiliario, se consigue que el espacio de la entrada respire orden y elegancia.

Como señala Amaia Elías, «no se trata solo de decorar, sino de pensar en cómo vivimos el espacio y en qué vemos cada vez que entramos en casa». Una tapa bien disimulada o un armario que lo integre puede transformar por completo la sensación de la estancia, logrando un ambiente más armónico y profesional.