Casa Lurra no busca imponerse, sino fundirse. Se reconoce entre la vegetación, en esa paleta de colores que mezcla arena y arcilla, tan característica del Mediterráneo, y que transmite solidez, ternura y tradición.
La propuesta del estudio TEST concede pleno protagonismo a la luz, que penetra tamizada a través de aberturas estratégicas, bañando el interior en una claridad cambiante a lo largo del día y evocando los patios tradicionales, donde lo doméstico siempre parece confundirse con lo exterior.

Hodei Campo

Hodei Campo
El interior, dividido en dos plantas, mantiene la misma sencillez del exterior, apostando por lo artesanal y lo hecho a mano. Todo parece concebido como una invitación a la vida tranquila: a que la única preocupación sea decidir dónde desayunar o entregarse a largas conversaciones al caer la tarde.

Hodei Campo
Por la mañana, tras desayunar, vemos que Araí y Mikel se acercan a tomar el café. Lo traen ellos en un termo. Son como esperas que sean, porque este proyecto no podría nacer sino de personas amables, que valoran profundamente el suelo que pisan. Me explican el proyecto de Hodei Studio, la futura residencia artística en que quieren convertir Casa Lurra, y cómo poco a poco van atrayendo creaciones de todo tipo: desde cenas ideadas por distintos chefs que pasan por allí a cocinar, hasta talleres de joyería para los más manuales.
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