La memoria de una escultura que no pudo ser es el punto de partida de la exposición que presenta la Fundació Miró Mallorca: Un Miró a Central Park. La propuesta se ha inaugurado en paralelo a de la de la Fundació Joan Miró de Barcelona, titulada Miró i els Estats Units, centrada en la influencia del artista en ese país. El espacio palmesano decidió recuperar los bocetos, fotomontajes y cartas de un encargo que no llegó a materializarse: Femme Oiseau, una escultura dedicada a los niños en Central Park.
La exposición, ubicada en la biblioteca de este centro de Palma y que cuenta con acceso gratuito, contiene dos vitrinas: una alberga la maqueta de la pieza y otra la documentación del encargo, firmada por la comisaria del museo Guggenheim y miembro del New York City Cultural Council, Margit Rowell.
En la muestra, junto a la correspondencia, se exhiben también diferentes bocetos. Uno de ellos, del 22 de noviembre de 1972, da cuenta de las ideas iniciales del artista. Entre las imágenes, destacan fotografías intervenidas por Miró, así como dibujos que revelan la evolución de la pieza.
Algunos de ellos dejan ver la colosalidad del proyecto, ya que aparece dibujada la silueta de una persona en contraste con la obra. Se trataría, pues, de una escultura a gran escala, pensada para «que los niños pudieran jugar con ella, no solo para ser contemplada», según revela la correspondencia. El proyecto no se materializó por desacuerdos en el tamaño y en los materiales; mientras que la comisaria apostaba por una altura de unos tres metros, el artista prefería algo más de 15.
Entre las curiosidades que encontrará el visitante está la maqueta de la pieza, de 50 centímetros de altura. De esa misma época son las escenografías de Mori el Merma que se pueden ver en Es Baluard y con las que la obra guarda cierto parecido en las formas: las piernas mironianas convertidas en gruesos pilares. No en vano, la propia Rowell afirma, en una carta, que esas formas dotarán a la pieza de mayor estabilidad.
Cabe destacar que la escultura cambió de nombre a la par que iba ganando tamaño; el último que se barajó fue Femme davant la foule. La comisaria ha visitado este jueves el taller en el que trabajaban la maqueta, según se deduce de la correspondencia, en la que aparece citado el marchante americano de Miró, Pierre Matisse.
Asimismo, en la vitrina se puede ver un plano con las posibles ubicaciones indicadas, todas en las inmediaciones de Central Park. También destacan dos dibujos coloreados de forma distinta, pese a que en la maqueta finalmente se optó por unos «colores inspirados en los siurells», según señala el texto curatorial.
La Fundació Joan Miró de Barcelona inauguró ayer la muestra en la que se inscribe la propuesta que se puede ver en Palma. Foto: ALEJANDRO GARCÍA / EFE
La directora de la Fundació Miró Mallorca, Antònia Maria Perelló, destacó «la complicidad» de los espacios dedicados al artista, a la vez que recordó que «las tres fundaciones forman el triángulo Miró y colaboramos a lo largo del año en diferentes actuaciones». Perelló, que estuvo presente ayer en la presentación de Miró i els Estats Units en la Ciudad Condal, que podrá verse hasta el próximo febrero en la ciudad y que muestra la influencia del catalán en artistas americanos como Rothko o Krasner, que veían en él una fuente de inspiración.
Esta exhibición cuenta con el comisariado de Marko Daniel, director de la Miró de Barcelona, y alberga más de 130 piezas que se complementan con las vitrinas de Palma, que nos recuerdan que el genio catalán pudo ser el primer artista contemporáneo en tener una escultura ubicada en Central Park.