El exlateral aporta su experiencia en el cuerpo técnico de Quique Domínguez en el Balonmán Cangas
10 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.
Juan del Arco Pérez (Leganés, 1991), vive su primera experiencia en el cuerpo técnico del Balonmán Cangas, en donde finalizó su carrera de entrenador después de pasar por el Granollers, Logroño y Anaitasuna y jugar en Francia y Catar. Del Arco no tenía en mente los banquillos, de hecho descartó hacer el curso de entrenador, pero una llamada del director deportivo, Óscar Fernández, lo cambió todo y ahora le está entrando el gusanillo en O Gatañal. En lo colectivo, tiene confianza ciega en el equipo.
—¿Cómo se encuentra en este nuevo rol de miembro del staff técnico?
—Bien, adaptándome sobre todo a una parte que no conocía como es el trabajo de oficina, por decirlo de alguna forma. Tengo la ayuda de Felipe Verde (el segundo entrenador) que me enseñó toda esa parte. La pista es una parte que conozco un poco más y aporto algunas cosas que voy viendo del equipo, lo que podemos mejorar. Vamos hablando con Quique Domínguez y con Felipe para encontrar la mejor fórmula que nos pueda servir.
—¿Cuál es su apartado concreto?
—Me fijo en las carencias que pueden tener algunos jugadores para intenta ayudar y que las vayan corrigendo, que las vayan interiorizando, que cambien algunas cosas de su juego que les pueda beneficiar y en la parte de oficina el trabajo es analizar partidos, preparar los cortes, los montajes para enseñarle al equipo en la preparación de partidos, el análisis de los rivales y el de nuestros partidos.
—¿Cómo surgió la posibilidad de integrarse en el cuerpo técnico del Cangas?
—Me llamó Óscar Fernández (el director deportivo), me lo planteó, tuvimos una reunión y fue rápido. Volver a una parte de mi vocación siempre es una alegría. Tras no poder seguir como jugador intento aportar desde otra perspectiva.
—¿Tenía en mente dedicarse a los banquillos?
—Ni mucho menos. Mi mujer estuvo durante muchos años diciéndome que sacara el título de entrenador y que probara, pero yo siempre decía que no me veía, que no era una cosa para mí, pero decidí probar este año, ver que tal me iba y si realmente me gusta, seguir.
—¿Y ahora le está enganchando?
—Sí. Hay más trabajo, prefería la parte de tocar más el balón pero está bien.
—¿Se está planteando ahora lo de sacar el título?
—Salen convocatorias para final de temporada y cuando salga, que tengo casi una temporada por delante para ver si me llama mucho, entonces lo pondremos en práctica. Ya estuve hablando con el club y está dentro de los planes sacarlo.
—¿Qué diferencias nota con respecto al Juan del Arco jugador?
—Tienes que asimilar otro papel distinto. Tienes que aportar más desde otra perspectiva, tienes que dar la información y esperar que el jugador la reciba bien, la intente interiorizar y que vea con buenos ojos que estás ahí para ayudar. Cuando eres jugador te dedicas a jugar, ves todo desde dentro y muchas veces tienes otra perspectiva distinta a la que se ve desde fuera.
—La experiencia de tantos años le vale ahora para transmitir.
—Está claro. Todo lo que vas adquiriendo de compañeros con los que has jugado, de distinto entrenadores, de distintas ligas y estilos de juego, cada uno aporta una cosa y eso hace un buen conjunto y ahora lo intentamos transmitir de la mejor manera posible. Vivo de la experiencia, que no es poca.
—¿En la cancha ya se sentía un poco entrenador?
—Todo el mundo me lo decía pero desde dentro no lo sentía así, la verdad. Por mi forma de jugar tenía facilidad de ver más cosas que algunos otros jugadores pero no lo sentía tan así.
«Creo que vamos por el buen camino», dice del equipo
Del Arco está confiado para firmar una buena temporada en el Balonmán Cangas. Pese a que solo ganaron un partido de inicio ve a los suyos en el buen camino. Mañana (17.30 horas) pueden dar un paso adelante ante el Guadalajara en O Gatañal.
—¿Cómo está viendo al equipo en este inicio de temporada?
—Bien. A pesar de que solo llevamos una victoria creo que tanto el partido con el Ademar y el Nava se nos han escapado por poco, por algunos errores cometidos en momentos puntuales, pero se está viendo una versión del equipo que queremos, el modelo que está poniendo en práctica Quique. Creo que vamos por el buen camino.
—¿Le gusta ese balonmano dinámico?
—Es un balonmano muy alegre, Quique quiere un balonmano rápido, de mucha movilidad de balón, con una velocidad alta y yo creo que eso a nosotros nos viene bien. A la afición es un tipo de balonmano que gusta.
—Mañana le espera un partido en rojo ante el Guadalajara.
—Nosotros partidos en rojo los tenemos todos los fines de semana. Somos el equipo que somos y no podemos seleccionar los partidos durante el año. Necesitamos ser competitivos en todos los partidos en casa, pero sobre todo fuera, que es donde nos cuesta más por no tener el respaldo de la afición.
—Este equipo siempre ha vivido de los puntos de O Gatañal…
—Si, pero la liga cada año está más difícil y cada año está más cotizada la permanencia. Si nos ceñimos solo a los partidos de casa nos estamos limitando mucho y nos ponemos en riesgo. Necesitamos ser competitivos en casa, que ya lo somos, y fuera.
—¿Qué tiene Cangas que no tiene el resto del mundo en el balonmano?
—De entrada que el club ha ido creciendo a pasos agigantados, es un club súper familiar, la gente que trabaja allí es vocación pura por los trabajamos, y luego el pueblo y la afición, que es algo que nos diferencia muchísimo. Esa masa social es la que le empuja al equipo todos los días.
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