El pintor Manuel González, más conocido como Picasso, mantiene una larga relación con el restaurante Río Liñares, en cuyas paredes cuelgan muchos de sus cuadros y en donde ha pintado varios murales. Esa buena relación fue la que lo llevó a crear un cuadro especial, en el que rinde homenaje a Jose Garrido, el encargado de abrir cada día el restaurante Río Liñares, y a la formación de baile y música tradicional Tequexetéldere.
Imagen del baile de la aña en el Teatro Principal.
Para ello, el artista estradense plasmó, en su estilo pictórcio característico, un baile que forma parte desde hace tiempo del repertorio de la formación estradense. Se trata del baile das labradas o el baile da aña, las muiñeiras y jotas que se bailaban en las fincas al finalizar la labranza. Se trata d de un baile emblemático de Galicia, que se acompañaba del sonido de las piedras contras las sachas. El nombre de «aña» podría derivar de los «anales», los surcos de tierra, y se solía realizar con una rama de loureiro.
Este baile fue modificado sin embargo por Tequexetéldere en la obra de teatro «Un médico na aldea» en la que trabajaron conjuntamente con la Escola Municipal de Artes Escénicas (EMAE) de A Estrada. En ese caso realizaron un «baile da aña» pero lo hicieron introduciendo una cabeza de caballo en el bailarín principal. Fue una forma de darle un toque diferente al baile y adaptarlo a la obra, ya que en ese momento se contaba que Reimóndez Portela visitaba a los enfermos de la zona a caballo.
Ese baile llamó la atención y generó una conocida fotografía que fue la que Picasso utilizó para hacer su cuadro. En la jornada de ayer se lo regaló a Garrido, el bailarín que se escondía bajo esa cabeza de caballo.