Con la determinación de quien se sabe ante un año clave, el Coto Córdoba CB ha celebrado este jueves en el Centro de Recepción de Visitantes su puesta de largo para la temporada 2025-26. Lejos de ser un mero trámite, el acto ha servido para reafirmar la hoja de ruta del club, una que su presidente, Rafael Blanco, ya definió en junio como “una nueva etapa, un nuevo salto”, palabras que sirvieron finalmente como lema de esta nueva campaña. El objetivo, reiterado con contundencia, no es otro que situar al baloncesto cordobés “en lo más alto”, un reto que el club afronta, en palabras de Blanco, “con los pies en el suelo, pero con mucha ilusión y con una ambición infinita”.
La gran novedad y el símbolo más evidente de este crecimiento es que, por primera vez, el club ha presentado a dos equipos sénior: el masculino y un recién creado femenino. Por un lado, la plantilla masculina, que competirá en la Segunda FEB, ha sido confeccionada para “aspirar prácticamente a todo”, según su presidente. Por otro, la creación del equipo femenino en Primera Nacional marca un antes y un después. Su técnico, Miguel Ángel Aguayo, destacó la importancia de ofrecer un proyecto de referencia para el baloncesto femenino en la ciudad, ya que hasta ahora “muchas jugadoras se tenían que ir fuera”. Aunque el objetivo inicial es la formación, la meta final es la misma que la de sus compañeros: “llegar a lo más alto”.
Esta ambición deportiva se sustenta en una filosofía de trabajo y esfuerzo innegociable, que tiene su máximo exponente y ejemplo en el entrenador del equipo masculino, Gonzalo Rodríguez. El técnico gallego, que reconoció haberse encontrado con un grupo humano que le ha acogido “muy bien”, destacó que, más allá de la táctica, la clave está en ser “excelentes en lo que depende de uno mismo: el esfuerzo, el trabajo, el no rendirse”. Para él, la primera y sufrida victoria de la temporada, llegando a la prórroga, fue el mejor ejemplo de un equipo que, ante las dificultades, se negó a “tirar la toalla”. Por su parte, los capitanes, Fernando Bello y Alejandro Rodríguez, también tomaron la palabra, encarnando ese espíritu de un vestuario que combina veteranía, calidad y nuevas incorporaciones en busca del ascenso a Primera FEB.
Pero este “siguiente salto” no se da en el vacío. Rafael Blanco insistió en la necesidad de aglutinar fuerzas, uniendo a todo el baloncesto cordobés, capital y provincia, bajo un mismo paraguas, como demuestra el acuerdo de vinculación alcanzado con el Coto Lucena. A este esfuerzo se suma el respaldo de las instituciones -con el Ayuntamiento, la Diputación y el Imdeco a la cabeza- y el de patrocinadores privados liderados por Coto. Con todo, el presidente lanzó un último reto a la ciudad: “Queremos conseguir algo muy importante: queremos llenar Vista Alegre y Valdeolleros”. Sería la guinda del pastel para un proyecto que, con su ambición y disciplina, apunta a lo más alto del baloncesto local, provincial y nacional.