Casi un mes ha pasado desde que Álex Mumbrú ingresó en un hospital de Barcelona y, por el momento allí sigue debido a una pancreatitis … aguda. El entrenador catalán, ex jugador del Bilbao Basket, llegó a la capital catalana después de que la selección que dirige, Alemania, se alzase con el Eurobasket, un título que la enfermedad no le dejó celebrar. Los síntomas aparecieron el 25 de agosto, precisamente en los primeros compases de esa competición y le obligaron a permanecer unos días en un centro sanitario de la Tampera (Finlandia) donde el equipo jugaba la primera fase. Volvió, pero consciente de su debilidad decidió ceder el liderazgo en el banquillo a su segundo. Su bajón físico era evidente. En pocas semanas perdió 7 kilos.

Casi dos meses después de aquella primera hospitalización, la infección no cede y ha perdido 16 kilos, según informa Mundo Deportivo. Tras 25 días ingresado en Barcelona, su evolución es lenta pero ha comenzado a ingerir alimentos semisólidos. Hasta ahora se le ha nutrido e hidratado por vía intravenosa. Si no hay complicaciones, podría abandonar el centro sanitario en 10 días, aunque aún le queda un largo camino por delante.

Y es que aunque vuelva a casa, deberá guardar reposo absoluto hasta recuperarse lo suficiente para volver al hospital a que le extirpen la vesícula. La operación, realizada habitualmente por laparoscopia, evitará la formación de cálculos biliares, causantes de la obstrucción del conducto que une vesícula y páncreas desencadenando la enfermedad que Álex Mumbrú sufre.

El deportista, de 46 años, regresó a la Ciudad Condal el pasado 15 de septiembre sin ni siquiera poder celebrar el triunfo de Alemania en el Eurobasket. Mientras los suyos volaban a Frankfurt, él tomó un vuelo a la capital catalana e ingresó inmediatamente en el hospital. Los resultados de aquel primer examen médico sorprendieron a los sanitarios que incluso reconocieron que no se explicaban cómo Mumbrú había podido aguantar junto a la escuadra germana toda la competición. Entonces, las previsiones apuntaban a que pasaría al menos dos semanas internado.