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El Barça de balonmano empieza a gustarse sobre la pista. El equipo azulgrana suma el tercer triunfo en cuatro jornadas de la Champions League contra un Pick Szeged combativo (31-28). El conjunto húngaro ya estuvo a punto de dar la campanada en el Palau Blaugrana en la temporada 2024-25, cuando sacó un empate del fortín de Les Corts. Los pupilos de Carlos Ortega, con la segunda plaza, siguen la estela del Magdeburgo, único rival imbatido del grupo.
El técnico azulgrana se valió de una dupla cada vez más engrasada de canteranos azulgranas. Hay vida más allá de Dika Mem y Ludovic Fábregas, las grandes estrellas del proyecto. Ian Barrufet y Dani Fernández fueron las puntas de lanza del ataque barcelonista. El primero, hijo del mítico exportero de la sección David Barrufet, endosó seis goles en ocho lanzamientos al equipo magiar como máximo realizador local. El segundo rozó la perfección con cinco dianas de seis tiros realizados. En el otro costado del parqué, Emil Nielsen paró siete de los 22 disparos recibidos (31,82%).
Listos para triunfar
A Ian, la fama y el apellido lo preceden. El extremo de 21 años recorrió las categorías inferiores en la Masía desde el Infantil B, hasta que en 2024 voló del nido para explotar en el MT Melsungen alemán. No le fueron mal las cosas a la perla azulgrana en su primera temporada lejos de casa. Barrufet se coronó máximo goleador de la European League, segunda competición continental, con 81 tantos. Ningún jugador se había llevado la citada distinción a una edad tan temprana. Este curso 25-26, el estilete barcelonista acumula 11 goles en cuatro apariciones en Champions.
Ian Barrufet celebra la victoria del Barça de balonmano contra el Pick Szeged
FCB
Dani Fernández tiene 24 años y también se ha ganado el regreso a Can Barça a base de actuaciones sobresalientes en Alemania. En este caso, el extremo izquierdo catalán ha militado las tres últimas temporadas en el Stuttgart. Sus cuatro primeros encuentros de máxima competición continental se han saldado con 15 dianas.
Victoria trabajada
En su última cita vestido de azulgrana, Dani ha retomado su romance con los penaltis. No obstante, ni su acierto en las penas máximas ni las paradas de Viktor Hallgrimsson en los primeros instantes ni la doble exclusión al Pick Szeged en 10 minutos permitieron al Barça marcar distancias en el marcador. Transcurrido un cuarto de hora, la igualdad reinaba en el marcador (8-8). Hasta la aparición estelar de Ludo Fábregas, que abrió un leve parcial (10-8). El equipo visitante salvó los muebles sobre la bocina del descanso con un tanto de Frimmel (14-13).
Dani Fernández celebra un gol del Barça de balonmano en la Champions League
FCB
En la reanudación, Nielsen se puso el traje del Mundial de Clubes para salir al rescate bajo palos. Las intervenciones del gigante danés y las dianas de Barrufet decantaron la balanza en la segunda mitad con la primera ventaja de peso (19-15). Tras un tiempo muerto solicitado por el técnico rival, Michael Apelgren, llegó la reacción húngara mediante el veteranísimo portero Roland Mikler, de 41 años. Las diferencias se estrecharon, pero Barrufet marcó un penalti decisivo en los instantes finales para mantener un colchón de tres goles (29-26). Finalmente, tercera victoria en cuatro jornadas de la competición europea por excelencia (31-28).