El cocinero Karlos Arguiñano ha provocado numerosos aplausos tras contar la frase de tres palabras que suele decir siempre a los jóvenes, incluidos sus nietos.
«Yo siempre animo a los jóvenes. Se ponen a vivir en pisos… siempre suelo recordar porque yo también tengo una nieta en Málaga, allí en un pueblito, que está haciendo carrera ya con 21 años, y siempre les digo: seguidme la pista«, ha contado el chef en su programa de Antena 3 mientras pelaba un tomate.
«Seguidme la pista, porque para estudiar hay que estar bien alimentado. Estar bien alimentado es muy importante para estudiar, para hacer ejercicio, para hacer el amo y para ser simpático. Si no has comido bien… hay que comer bien para estar dinámico», ha insistido.
«Capo. Cocinero como los de antes, sin tanta historia, alimentar a los suyos rico y sano», dice una persona en los comentarios a la publicación. «Siempre lo vi desde chico a Karlos… Un genio. Mientras cocinaba a mis 12 años lo veía en la tele a ver si podía hacer su comida al día siguiente», señala otro.
«Qué buen consejo!!! Se lo enviaré a mi hijo. Tiene que estar bien alimentado», asegura otra persona en TikTok.
Hace unas semanas, otro momento de Arguiñano dio también mucho juego. Ocurrió cuando contó la anécdota que tiene con el actor estadounidense Robert Redford, que murió el pasado mes de septiembre.
«Yo iba con Patxi Trula y Ramón Ramírez en Washington en el hotel Watergate, un hotel donde hubo una movida allí con el presidente Nixon y demás. Se hizo muy famoso el hotel Watergate», empezó relatando.
«Y estábamos en el ascensor Patxi Trula, Ramón Ramírez y yo, se paró el ascensor y se abre la puerta y entró Robert Redford. Sí, sí, esto es verdad. Robert Redford. Rubio, guapo, ojos azules, un traje azul, impecable estaba. Impecable», recordó Arguiñano.
«Entonces nos empezamos a mirar los cuatro y empezamos los cuatro a reírnos dentro del ascensor, sin hablar. Si nosotros en inglés estábamos lelos. Él tampoco en castellano, por lo visto. Se dio cuenta de la sorpresa que nos llevamos y él también se llevó una sorpresa grande al vernos. Diría: ‘¿Y estos qué harán aquí?’. Y fuimos en el ascensor descojonándonos los cuatro: Robert Redford y nosotros cuatro», contó