Los efectos de la marihuana en el cuerpo humano varían en función de la dosis ingerida por una persona, de su edad, de sus características físicas y de si padece alguna patología previa. Partiendo de esta realidad, está claro que no se consume la misma cantidad fumando el cannabis de un porro que ingiriéndolo directamente en una tarta –como la del cumpleaños en un almacén logístico de Villalonquéjar-, máxime cuando la hierba está integrada en el preparado de una manera desigual y aleatoria.
El doctor Juan Francisco Lorenzo, médico especialista en medicina interna y médico de Proyecto Hombre en Burgos, explica que la marihuana afecta fundamentalmente al cerebro aunque, dependiendo de la dosis, puede producir mareos, sensación de náuseas o vómitos, vértigos, dolor abdominal o incluso diarreas, además del habitual ataque de risa que hace tan atractiva esta droga estimulante.
«En principio, la intoxicación no es grave. Hay que hidratar (o aplicar suero) a la persona si lleva tiempo vomitando o atender a aquellos que sean hipertensos… Hay que esperar a que pasen los efectos con reposo y que el paciente vaya recuperando poco a poco la normalidad», explica el médico, que matiza que no hay antídotos contra los efectos de la marihuana, sino el tratamiento de los síntomas en cada persona.
Medicamento. La marihuana, recuerda el doctor Lorenzo, acaba de ser autorizada para su uso como medicamento por sus contrastados efectos terapéuticos. Se utiliza, de hecho, para el tratamiento de diferentes enfermedades como la esclerosis múltiple, el asma o los diferentes tipos de cáncer, entre otras. «Siempre se utiliza dentro de un contexto terapéutico, para unas sintomatologías concretas y recetada por un médico con las dosis adecuadas para cada paciente y para cada problema de salud. En este contexto de uso, sus beneficios son evidentes».