Madrid

A falta de aproximadamente un mes para que la UER vote si Israel participa o no en Eurovisión 2026, las presiones y polémicas siguen acumulándose para la corporación. Si Alemania amenazaba hace días con retirarse del certamen si se vetaba la candidatura de Israel, ahora ha sido Austria quien ha dado un paso adelante en la misma dirección.

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Y es que según ha indicado la prensa local, el Gobierno de Austria estaría presionando a la televisión pública, así como al Ayuntamiento de Viena, para que amenace a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) con no acoger el certamen en Viena si se confirma la exclusión de Israel.

Una presión que estaría ejerciendo el canciller Christian Stocker, del Partido Popular austriaco. Junto al secretario de Estado Alexander Pröll, Stocker está insistiendo a la televisión pública ORF, en un ejercicio que le desmarca de la postura de otros países, como España, que han amenazado con no participar en el Festival si se permite la participación israelí.

Tal y como añade la prensa local, un alto representante del partido conservador habría justificado su postura tachando de «inaceptable» que ellos mismos prohíban «a un artista judío venir a Viena».

Una presión y advertencia que podría ir más allá, ya que fuentes del Ejecutivo austriaco se lamentan de que en dicha votación habrá «una mayoría» para expulsar a Israel.

De producirse esta decisión, la amenaza de Austria vendría acompañada de un castigo económico. Y es que si Viena finalmente no acoge el Festival de 2026, la televisión pública debería pagar una multa de 40 millones de euros para financiar el evento.