El baloncesto avanza cada vez más rápido, y como consecuencia de ello, cada vez hay más prisas y algunas decisiones que se toman parecen precipitadas. La Euroliga vive su segunda semana de competición, pero en el Estrella Roja, Ioannis Sfairopoulos ya es historia.

El técnico griego se ha convertido esta semana en el primer entrenador cesado de la competición europea. La doble derrota en la semana inaugural del torneo, más un inicio algo dubitativo a nivel doméstico, han sido motivos suficientes para que la propiedad del club serbio se haya cargado a un Sfairopoulos con una plantilla con demasiados gallos en un mismo corral. Toda la planificación hecha al verano con el entrenador se va al traste, y en Belgrado confían en que Sasa Obradovic sea capaz de controlar un vestuario con jugadores como Nikola Kalinic, Codi Miller-McIntyre, Chima Moneke o Jasiel Rivero. En Mónaco no logró sobrevivir a la tiranía de Mike James…

Sfairopoulos, en un entrenamiento con el Estrella Roja

Sfairopoulos, en un entrenamiento con el Estrella Roja / Twitter: @kkcrvenazvezda

Todo derrotas

Estrella Roja no ha arrancado bien la temporada, al igual que un Baskonia que todavía no conoce la victoria en partido oficial en lo que va de curso. Zarandeados en Zaragoza el pasado fin de semana (107-88), el equipo vitoriano ha perdido los tres primeros partidos de Euroliga. Cayeron en casa en la jornada inaugural ante Olympiacos (96-102), perdieron en Villeurbanne contra el Asvel (102-95) y el pasado jueves perdieron cruelmente de nuevo en el Buesa frente a Panathinaikos (84-86) con una canasta sobre la bocina de Kendrick Nunn.

Una dinámica errática

Baskonia lleva años deambulando muy lejos de los objetivos que se le presuponen como club. Ha pasado ya más de un lustro desde que el equipo se llevó la ACB de la burbuja. En la Copa del Rey han faltado en tres de las últimas cuatro ediciones, y en las últimas campañas ven como clubes como Valencia Basket, Unicaja o incluso Tenerife le discuten ese estatus del tercer equipo español tras Real Madrid y Barça. Con la intención de volver a enderezar el rumbo, en 2024, el club llamó a Pablo Laso para ofrecerle el banquillo.

Pablo Laso dando instrucciones a sus jugadores

Pablo Laso dando instrucciones a sus jugadores / Baskonia

Tras ganar ese curso el doblete (Bundesliga-Copa) con el Bayern, el técnico vitoriano decidió regresar a casa, tras casi una década brillante en un Real Madrid con el que no se cansó de ganar títulos. Aterrizaba en el Buesa un técnico con pedigrí, con una apuesta por tres temporadas (2027). Fue un primer año complicado en el que no se cumplieron las expectativas: fuera de la Copa, del playoff de la Euroliga, y eliminados en cuartos de final de las eliminatorias por el título ACB. Por delante, un segundo año para seguir evolucionando, pero con la imperiosa necesidad de limpiar el vestuario. Baskonia tenía la posibilidad de marcarse un ‘Partizán’, y sanear el equipo tal y como hicieron en 2024, manteniendo a Zeljko Obradovic y cambiando a todos los jugadores, salvo al joven Balsa Koprivica.

Laso, otra víctima de la precipitación en los despachos

Pero en Vitoria faltó valentía, y desde luego, paciencia. Hay decisiones que cuestan de entender y más desde la distancia, pero la era de Laso al frente de Baskonia acabó tristemente tras un único año. Nuevo giro de timón en el proyecto, incorporando al cerebro de Baxi Manresa de las últimas temporadas (Xevi Pujol), y la llegada del italiano Paolo Galbiati al banquillo del Buesa, y que ya ha dejado los primeros recados en sala de prensa: «Es parte de mi trabajo que los jugadores entiendan que debemos mantenernos unidos. No necesitamos héroes, necesitamos jugar juntos», comentó tras la derrota ante PAO.

Paolo Galbiati tomó el relevo de Pablo Laso en el banquillo de Baskonia

Paolo Galbiati tomó el relevo de Pablo Laso en el banquillo de Baskonia / EFE

Desde Italia ya apuntan a un posible sustituto de Galbiati

Las crónicas de los medios que siguen más de cerca a Baskonia, más allá de la crueldad con el tiro final de Nunn, hablan de un problema estructural en el juego interior del equipo. Además, Markus Howard está irreconocible respecto a la versión que exhibió hace un par de campañas, y su enorme salario se puede convertir en un lastre para el club si no recupera su nivel. Además, desde Italia apuntan a que Galbiati podría no tener su puesto asegurado, y que su compatriota, Andrea Trinchieri, podría ocupar su lugar, según informa el periodista Matteo Andreani.

Lo cierto es que el inicio de temporada de Baskonia no ha sido nada positivo, y en el camino vienen curvas. El Real Madrid visita el Buesa este próximo domingo (19h CET), y la próxima semana, en otra doble jornada de Euroliga, los vitorianos viajan a París y reciben a Partizán. Quedará por ver si la confianza por Galbiati no se ha resentido, o si en los despachos del club baskonista vuelven a cometer otro disparate en la línea de los últimos años.