Hace cerca de tres meses Derek Gee comunicó al Israel Premier Tech que no continuaría compitiendo para ellos. El corredor de Ottawa iba en un principio a formar parte de La Vuelta, pero antes de que la ronda española empezara se plantó. Hasta ahí llegó su paciencia. «Ciertos problemas simplemente hicieron inviable mi continuidad en el equipo», dijo el ciclista, mostrando el malestar que sentía compitiendo para el Israel Premier Tech.

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Sin embargo, Derek no sabía que un infierno estaba a punto de comenzar en su vida tras tomar esta decisión. Ahora, a través de la red social X, ha comunicado que el IPT ahora le reclama 30 millones de euros. Una cifra absolutamente desorbitada aunque sea un ciclista de élite. «Deseo confirmar que mi contrato con el Israel Premier Tech ha sido formal y legalmente rescindido por mis representantes. No ha sido una decisión sencilla, pero sí el resultado de una reflexión profunda y de motivos plenamente justificados», ha puntualizado el ciclista.

«Rescindí mi contrato por una causa justa»

En su comunicado, Gee no se limitó a defender su postura: quiso también hacer visible el trasfondo humano de su decisión. «Rescindí mi contrato por una causa justa, como puede hacerlo cualquier persona cuando las condiciones laborales dejan de ser sostenibles. No tomé la decisión a la ligera; fue fruto de una relación irreparable con el director del equipo, además de profundas preocupaciones sobre mi seguridad y sobre convicciones personales que pesaban mucho en mi conciencia», añadió.

El ciclista también denunció la desorbitada cifra que el equipo le reclama tras su marcha: «Entiendo que el equipo lo vea de otra forma, pero me enfrento a una demanda por daños que supera los 30 millones de euros, solo por ejercer mis derechos fundamentales como profesional y como persona. No son las cifras ni las situaciones que uno imagina cuando sueña con ser ciclista. Creo que todo esto va en contra de los valores que el deporte debería defender. Estas acciones reflejan, además, los mismos problemas que provocaron la ruptura desde el principio».

Gee llegó al entonces Israel Cycling Academy en 2022, y en apenas tres temporadas se convirtió en una de las referencias del equipo. En este 2025 firmó uno de los mejores años de su carrera: conquistó O Gran Camiño, fue cuarto en la Tirreno-Adriático, tercero en el Tour de los Alpes y rozó el podio en el Giro de Italia, donde terminó cuarto antes de proclamarse campeón de Canadá en ruta.

Su marcha, por tanto, no solo marca el final de un contrato, sino el cierre de una etapa que, para Gee, parece haber pesado más en lo personal que en lo deportivo.