La Fórmula 1 vive una era dorada de popularidad, pero corre el riesgo de morir de éxito. El Gran Premio de Singapur se ha convertido en el epicentro de una tormenta de críticas sin precedentes, no por lo que ocurrió en la pista, sino precisamente por lo que no se vio. La retransmisión oficial, a cargo de la Formula One Management (FOM), ha sido acusada de traicionar la esencia del deporte al priorizar el “show” de las celebridades y las novias de los pilotos sobre la acción real de las carreras, una decisión que ha unido en una misma voz de indignación a aficionados y a los propios protagonistas del asfalto.
La gota que colmó el vaso: Singapur, una carrera invisible
El circuito urbano de Marina Bay fue el escenario de una de las realizaciones televisivas más criticadas de la historia reciente. Mientras en la pista se libraban batallas épicas, la transmisión oficial parecía más interesada en un reality show.
- La remontada fantasma de Sainz: Carlos Sainz protagonizó una de las mejores actuaciones de la jornada, remontando desde el puesto 18 hasta la zona de puntos. Sin embargo, de sus múltiples y espectaculares adelantamientos, la transmisión apenas mostró uno.
- La persecución ignorada de Alonso: En las vueltas finales, Fernando Alonso se lanzó a la caza de un Lewis Hamilton con problemas de frenos. Una batalla de alto voltaje entre dos campeones del mundo que, incomprensiblemente, fue ignorada por las cámaras.
Foto: Redes Sociales Instagram Fernando Alonso
- El foco en las gradas: ¿Qué se mostró en su lugar? Planos repetidos de la lucha por el segundo puesto y, sobre todo, un desfile de imágenes de las parejas de los pilotos en los garajes y celebridades en los palcos.
“Exageran un poco con las famosas y las novias”: La crítica de los pilotos
La frustración no se quedó en las redes sociales. Los propios pilotos, las estrellas del espectáculo, alzaron la voz. Carlos Sainz fue contundente en El Partidazo de COPE: “Durante el fin de semana no sacaron ninguno de los cuatro o cinco adelantamientos que hice. Te pierdes lo primordial. Para mí, incluso exageran un poco con lo de las famosas y las novias“.
Foto: Instagram Carlos Sainz
Fernando Alonso, por su parte, utilizó la ironía en sus redes. Después de que la F1 publicara un mensaje de radio suyo pero no su adelantamiento a Isack Hadjar, el asturiano respondió directamente: “Con la pole position asegurada para la transmisión de radio privada, ¡es hora de afinar la cobertura principal y llevar toda la emoción de la pista a los fanáticos! ¡Vamos!”.
¿A quién le habla la F1? El dilema del nuevo aficionado
Esta controvertida línea editorial de la FOM responde a la estrategia de atraer al nuevo público que llegó a la F1 a través de “Drive to Survive”, un público más interesado en el drama humano que en los detalles técnicos. Sin embargo, en su afán por conquistar a los recién llegados, la F1 corre el riesgo de alienar a su base de aficionados más leal, aquella que sintoniza para ver carreras, no para ver un desfile de modas.
Foto: @F1sutton Instagram – Maguie Corceiro
Como bien resumió Sainz: “Entiendo que quieran mostrar una imagen de reacción, pero solo si se respeta la competencia y siempre se muestran los momentos importantes. Lo demás está bien, pero no hay que perder de vista lo principal”.
La polémica de Singapur es un llamado de atención urgente. La Fórmula 1 es, y siempre será, un espectáculo. Pero cuando el “circo” empieza a devorar a la “carrera”, es momento de que sus directivos recuerden qué es lo que realmente hace grande a este deporte: los 20 pilotos que se juegan la vida a más de 300 km/h.
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