El tirón de Viva Suecia no decae: a punto de cumplir diez años de vida, su sexto disco ha generado tantas ganas de reencuentro en directo que se vendieron 80.000 entradas de su correspondiente gira en tan sólo 24 horas. Se ve que … cada nuevo trabajo de los murcianos es como medicina para sus fans, que a partir de hoy ya pueden degustar al completo ‘Hecho en tiempos de paz’, un feel-good album en tiempos revueltos (con nota de prensa escrita por Carlos del Amor) grabado en los impresionantes estudios PKO de Boadilla del Monte (Madrid) que incluye colaboraciones de Siloé, Carmen Hoonine y Samurai.
Menudo vacile lo de ‘Hecho en tiempos de paz’, ¿no? ¡Cada día hay una nueva guerra en alguna parte! Supongo que el título se refiere a una paz interior… ¿O el disco también tiene un poco el espíritu de reírse por no llorar ante cómo está todo?
Rafa Val (cantante): Tiene un poco de eso. Somos conscientes de que es irónico llamarlo así, pero en realidad este disco está compuesto en un momento en el que el mundo es una mierda bastante grande. Sin embargo, nosotros encontramos unos cuantos pequeños huecos de paz, donde de verdad sentíamos tranquilidad, alejados de todo lo que pasaba. Tuvimos la libertad de hacer un disco sereno, tranquilo y de olvidarnos, por ratos, de todo lo terrible que ocurre en el mundo. También, a la vez, es un canto a la paz: es reivindicar esos pequeños espacios de paz y recordarnos, como seres humanos, que deberíamos dejar de parecernos más a los animales, reivindicar nuestro lado racional y disolver tanta guerra.
¿El éxito da confianza para afrontar nuevos procesos creativos? ¿En qué marco temporal se desarrolló el proceso de escritura, y qué os rondaba la cabeza por entonces?
Jess Fabric (bajo): Es curioso, porque la composición de este disco llega justo después de sacar uno de que más alegría nos ha dado. Con alegría me refiero a lo que tiene que ver con llegar al público y a los oyentes. Y bueno, es verdad que eso te da una seguridad, porque te hace ver que estás haciendo las cosas bien, pero por otro lado también hay una presión añadida: la de querer estar a la altura del trabajo que acabas de sacar. Tenemos mucha más confianza en nosotros mismos; nos conocemos más y mejor que nunca. Nos encanta hacer canciones juntos, pero, bueno, ese picantito que da tener la responsabilidad del amor —de la clase que sea— detrás, nos viene muy bien y nos mantiene muy emocionados y nerviosos, evidentemente, ante el lanzamiento. Sea como sea, es un disco que hemos hecho muy seguros de lo que estábamos haciendo y que nos ha encantado crear. Es decir, cada canción ha sido una alegría, y nos encanta lo que escuchamos. Ahora, lo que la gente pueda pensar, es lo que tenemos que ver.
¿Cómo fue el proceso de grabación? ¿Hubo alguna diferencia destacable en comparación con los anteriores discos?
Fernando Campillo (batería): Pues este proceso ha sido… bueno, hemos estado en nuestro remanso de paz, que es Riópar, una casa en mitad del bosque.
Jess: De grabación…
Fernando: ¿De grabación? Vale perdón. La grabación ha sido en PKO. Gracias a Universal y a Paco Salazar, nuestro productor que nos recomendaron el sitio, y la verdad que desde la primera vez que llegamos nos sentimos muy muy muy a gusto allí. Nos tratan allí del carajo y la verdad que el proceso ha sido desde el primer día una maravilla con Paco Salazar, con la gente de allí y seguramente repetiremos.
¿De dónde nace la canción ‘Los afortunados’? Parece una letra bastante importante a nivel personal…
Rafa: Pues la canción es una canción de amor en toda regla. Es uno de los motivos de paz del disco. El amor, creo que para todos nosotros —como ya dejamos bastante claro en el disco anterior—, es un pilar fundamental en nuestras vidas y también forma parte de nuestra paz. Nos lleva trayendo paz desde hace muchos años: cuando volvemos a casa, cuando estamos destruidos, cuando las cosas no salen bien, cuando estamos estresados… el amor de nuestra familia, de nuestros amigos, de nuestras parejas, de todo el mundo, es lo que nos trae paz, lo que nos devuelve a la tierra. Y supongo que es una oda a todo eso. Es una canción que tiene un concentrado de amor importante y no pretende ser más que lo que es.
¿Cómo surgieron las tres colaboraciones que hay en el disco?
Alberto Cantúa (guitarra): Bueno, con Siloé yo creo que ya vienen a pedir pan a casa, o sal, o lo que sea, y ya sale (risas). O sea, decimos de broma que los vemos más que a nuestra familia, así que, bueno, es algo natural.
Rafa: Bueno… de broma no (risas).
Alberto: Lo decimos de broma, pero es real, ¿eh? Llevamos muchos años compartiendo carretera, conversaciones, dudas, miedos… y, bueno, al final quizá ha sido la colaboración más evidente y natural. Está también la de Carmen, Carmen Hoonine, que ha sido una apuesta personal por mostrarle al mundo el gran talento que tiene esta chica tan alta que llevamos de gira (risas) y tan increíble. Creo que estamos todos un poco con la sensación de que es la gran tapada del disco, la canción que va a dar sorpresas, porque a todo el que se la ponemos le genera algo súper bonito.
Jess: Y, finalmente, Samu (Samurai), a quien todos le seguimos la pista: es una tía con un talento incuestionable. Podríamos ser su padre algunos, lo cual es increíble, ver a alguien tan joven con ese talento y esa desfachatez para enfrentarse a una composición. Esa sí que fue la carta a los Reyes Magos. Por suerte, teníamos a Paco cerca, que comparte con ella procesos creativos, y es también una de las canciones más bonitas del disco, seguramente.
En el disco hay mucha presencia de instrumentos de viento y coros gospelianos, ¿hay una intencionalidad emocional consciente detrás de eso?
Jess: A ver, a nosotros nos gustaría (risas). Siempre hay una intención en casi todo lo que hacemos. Es cierto que llevamos mucho tiempo detrás de meter un coro góspel, de meter vientos y de convertirnos en americanos. Llevamos muchos años con esa idea.
Rafa: Norteamericanos (risas). Pero solo musicalmente (risas).
Jess: Pero sí que es cierto que, cuando componemos, ya vemos estos arreglos. Ya lo hacemos pensando un poco: «Oye, aquí vamos a hacer esto para que quepan unos vientos; vamos a hacer esto para poder meter un coro y que suene góspel, por favor». Es algo que nos ha hecho muchísima ilusión y que llevamos persiguiendo mucho tiempo. Hemos podido hacerlo aquí, y encantados. Además, lo vamos a llevar también a la gira; no es algo que se vaya a quedar solamente en el disco.

«Aceptamos las críticas, y de hecho algunas nos han hecho cambiar cosas. Pero cuando alguien va a sacar su basura en redes sociales, pasamos»
¿Cuál creen que va a ser el mayor reto de la traslación de este disco al directo?
Rafa: Ya lo hemos podido comprobar. Hemos hecho la primera parte de los ensayos y el gran reto es enfrentarnos a estilos y a tocar en directo cosas que no habíamos tocado nunca, lo cual es un desafío maravilloso. Estamos súper emocionados, pero hemos tenido que aprender a tocar estilos y canciones que antes no hacíamos, lo cual también es muy bonito. Además, vamos a tener una banda mucho más grande: entran muchos músicos, el show es gigante, hemos apostado todo y estamos ensayando mucho para que salga bien.
He leído que la banda llegó a pasar por un momento difícil, ¿cuál fue la razón, y cómo lo solucionaron?
Fer: Bueno, quizá hemos pasado por algún momento difícil, como puede ser el cambio de discográfica. Al final, el estar juntos los cuatro y el apoyo de nuestra nueva oficina nos ayudó, sobre todo, a quitarnos esa inseguridad, a coger confianza y a seguir con nuestro proyecto, que es lo que nos mueve el alma ahora mismo. Y bueno, pues aquí estamos. Ahí está todo (risas). Fue durísimo (risas).
Si pudieran volver al primer día de su carrera, ¿harían todo exactamente igual, o hay algo que cambiarían sin dudarlo?
Rafa: No cambiaría absolutamente nada, porque seguramente, de otra manera, no estaríamos aquí. Igual nos habría ido mejor o peor, no lo sé. Ahora echo la vista atrás y no cambiaría ni una coma. No cambiaría nada.
Todos: No cambiaríamos nada.
¿Cómo ha evolucionado su relación con la crítica musical a lo largo de estos años?
Rafa: Nuestra relación con la crítica musical creo que siempre ha sido la misma. De hecho, siempre hemos escuchado muy atentamente las críticas cuando nos ayudan a mejorar. Hemos cambiado muchas cosas en las canciones y en los directos a lo largo de toda nuestra carrera, porque hemos leído una crítica que tenía todo el sentido del mundo y hemos dicho: «Pues es verdad, esto está mal», y lo hemos cambiado. Ahora, cuando es una crítica, la aceptamos; pero cuando alguien va a sacar su basura en redes sociales, pues pasamos un poco. Creo que siempre duele que digan algo malo de ti, siempre duele leer algo negativo sobre tu trabajo, pero en general, en lo que se refiere estrechamente a la crítica musical, creo que siempre hemos tenido una buena relación. Sabemos asumir las críticas cuando creemos que nos ayudan a mejorar.
¿Cómo fue la experiencia de tocar en la apertura de la Feria de Murcia a los pies de la Catedral?
Alberto: Pues, joder, es difícil, muy difícil de explicar lo que sentimos. Siempre estamos en una vorágine completamente absurda de cosas, en una bola de nieve que baja sin parar. Pero es verdad que ese día, estar en ese sitio emblemático de la ciudad, por el que hemos pasado mil veces, con ese reconocimiento de la sociedad civil, la sociedad política y toda la gente que, al final, conforma el día a día de tu ciudad, fue bastante emocionante. Yo creo que no somos muy conscientes, porque al final, como con todo lo que nos pasa, si tomas demasiada consciencia dejas de hacer las cosas. Así que, con esta inconsciencia, hicimos aquello y lo llevamos para siempre dentro.
¿Cuál es su opinión acerca de todo lo que ha pasado con el tema del fondo KKR y los festivales españoles? ¿Tienen una postura consensuada de cara a dónde actuar y dónde no el verano que viene?
Alberto: Lo que tenemos claro, consensuado y que creo que es la opinión de casi todo el mundo, es que lo que está sucediendo ahí es una absoluta barbaridad. Sobre todo, teniendo esto claro, al margen de cualquier duda, cada uno puede tomar las decisiones que considere oportunas para estar tranquilo con su opinión. En nuestro caso, haremos las acciones que creamos que están acordes con lo que pensamos; serán cosas concretas, haremos la gira que tenemos que hacer y punto. Y lo que no vamos a hacer es decirle a nadie lo que tiene que hacer ni cómo tiene que hacerlo.