Cumplir con la báscula es, según muchos peleadores, la parte más dura de la competición. Bajar muchos kilos en poco tiempo, deshidratación, reducción de la ingesta de alimentos… Un infierno. Joel Álvarez ya no puede seguir dando el peso ligero y quiere probar en el wélter. Debutará en su nueva división esta madrugada (01:00 horas, MAX) en el UFC Río de Janeiro ante Vicente Luque, en el evento encabezado por el regreso de Charles Oliveira.
Antes de su pelea con Drakkar Klose, a quien noqueó brutalmente en el primer asalto en diciembre, Joel ya lo advirtió: le quedaba una pelea en el peso ligero. El gijonés mide más de 1,90 metros y dar 70 kilogramos, era una tortura. Según reveló a AS, vivía en un déficit casi constante, “no era vida”. El wélter era el objetivo. Antes, se quería despedir de la división en la que entró en el Top-15 de los mejores luchadores (fue el primer español en lograrlo).
Se citó en mayo para pelear con Benoit Saint Denis, uno de los grandes nombres del peso ligero para tener en cuenta. Una lesión de última hora en la mano le hizo tener que bajarse del combate. Algo que le dolió mucho, puesto que era la primera vez que caía de una cartelera por una dolencia. Además, a Álvarez le gusta estar activo, desde siempre, y estar casi un año fuera de la jaula, fue duro para él. Con la pelea con el francés cancelada, el siguiente paso de Joel fue subir al wélter. La dificultad del español para marcar las 155 libras le alejaban de esa continuidad que tanto reclamaba. O pelear una vez al año en el ligero, o hacer hasta tres o cuatro combates en las 170 libras. Barajó las dos opciones con su equipo y se decantó por la segunda.
A corto aviso
La oportunidad llegó a corto aviso. A tres semanas del evento, no solo cayó Rafael Fiziev, el que iba a ser el rival de Charles Oliveira en la pelea estelar de su regreso (fue sustituido por el polaco Mateusz Gamrot), sino que también se lesionó durante un entrenamiento Santiago Ponzinibbio. El argentino iba a ser el oponente de Vicente Luque, que se quedó sin pareja de baile.
Álvarez quiso ocupar su lugar. No le importó el tiempo, estaba bien preparado y le sustituyó sin problemas. El peso wélter supone una oportunidad de oro para Joel. En el ligero, actualmente reina Ilia Topuria, y es donde más se acumulan los grandes nombres. Es muy difícil ganarse la oportunidad titular. Las 170 libras son otra historia. El campeón es Jack Della Maddalena, que defenderá su corona en un mes ante Islam Makhachev, que se postula para ser el coco de la categoría. No hay muchos más aspirantes que tengan un nombre potente y puedan suponer un problema real para la cabeza de la división, y el español podría llegar y dar un golpe sobre la mesa.
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