El coste del apagón que dejó a cero a nuestro país el pasado 28 de abril sigue impactando en la economía española y, sobre todo, en los bolsillos de los consumidores. Según la asociación fotovoltaica UNEF, el coste de tener un mayor control de la … red tras aquel fatídico día, a través de restricciones técnicas –el conocido ‘modo reforzado’–, asciende ya a cerca de 3.000 millones de euros extra, y se calcula que se podría disparar hasta un acumulado desde mayo de 4.000 millones a cierre de año, publica ‘El Español. Ahora bien, varios expertos consultados aseguran a ABC que las nuevas medidas pedidas por Red Eléctrica a Competencia dispararán aún más si cabe ese coste acumulado.
El ‘modo reforzado’ puesto en marcha por el operador español para evitar nuevas caídas a cero del suministro eléctrico consiste en que más de 20 ciclos combinados (centrales de gas) se mantienen encendidos, acoplados y generando electricidad, cobrando por estar disponibles por si el sistema lo necesita y evitar así un nuevo apagón. Mientras, se obliga a reducir la producción de energía renovable –se expulsa–, cuyas centrales no pueden verter su producción porque se prioriza a otras como respuesta a esa política de seguridad del sistema eléctrico.
Los expertos consultados coinciden en que esta nueva forma de operar, manteniendo decenas de centrales de gas encendidas en modo espera, incrementa notablemente los costes del sistema eléctrico.
A partir de ahora, tras las medidas propuestas por Red Eléctrica a la CNMC se darán cambios en los procedimientos de operación que el organismo regulador somete a consulta pública –en los que se pretende que los generadores puedan controlar la tensión– y también en las rampas de generación, en la subida y bajada de potencia
Proceso más caro
Con las nuevas medidas pedidas, se busca que las energías renovables ralenticen desde los 2 minutos actuales a los 15 el tiempo que tarda una de sus plantas en pasar de cero a cien de potencia, de forma que Red Eléctrica tendría más tiempo para responder a las fluctuaciones de tensión que generan dichas rampas.
Además, el operador ha pedido pasar a un ‘método reforzado plus’ que le permitirá tener encendidos todos los ciclos combinados pero sin acoplar. Un proceso que es más caro que el procedimiento habitual, porque si están apagados tardan hora y media en ponerse en funcionamiento (como ocurrió el día del apagón) y estando encendidos en 15 minutos están disponibles, lo que encarecerá el precio final en el recibo de la luz.
De hecho, en el informe presentado el pasado jueves por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el operador del sistema reconoció que «las medidas solicitadas podrían tener un impacto significativo sobre los servicios de balance, restricciones y control de tensión así como en la negociación de las instalaciones de producción en todos los mercados».
Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica apuntan que «hemos pedido al operador del sistema eléctrico que actúe según sus funciones y a la CNMC que refuerce la supervisión y tome las medidas necesarias para asegurar que todos los agentes cumplen con sus obligaciones para el buen funcionamiento del sistema».