Obsesionada con las historias que la periodista Lizzie Johnson había recopilado en su libro Paradise: One Town’s Struggle to Survive an American Wildfire sobre aquellas personas que, en 2018, sobrevivieron al peor incendio forestal de la historia de California, fue Jamie Lee Curtis quien decidió como productora que ahí escondidas había experiencias que el cine debía contar. Ello quiere decir que la valentía de Kevin, protagonista de esta historia, fue un acto heroico real.

Al frente del volante, Matthew McConaughey es el encargado de protagonizar esta historia de redención en la que un autobusero desesperanzado decide arriesgar su vida para trasladar a unos niños de un colegio a un lugar seguro. 

Su hijo Levi, quien debuta con este filme, interpreta a su hijo, y su madre Kai, a la abuela de este. Su protagonista, sin embargo, es America Ferrera (Barbie), quien asume el papel de la profesora que acompañó al conductor y a sus alumnos en esta travesía a través de las llamas.

Gracias al fuego real con el que se rodó y los personajes secundarios que vivieron aquella tragedia y que aparecen junto a los actores, el director Paul Greengrass (Jason Bourne) consigue dotar de autenticidad una agobiante historia en la que sus personajes se ahogan irremediablemente, por el humo que los envuelve y por el peso de un pasado imposible de borrar y difícilmente remediable.

Escondida entre los árboles ardiendo, descubrimos así una historia familiar que extingue las llamas por completo, convirtiendo la historia de Kevin en una bonita promesa sobre las segundas oportunidades.