Una decisión trascendental, difícil de superar para el Gobierno. Un bache importante que complica la legislatura. Santiago Abascal ha tomado la drástica decisión de escribir una carta. No, esa no es la noticia. La carta se la ha mandado a Felipe VI. Pero eso tampoco es noticia. La razón es lo que ponía en ella: no estará en la tribuna de autoridades del desfile militar del 12 de octubre.

No se veía una baja así desde la lesión de Cañizares con un frasco de colonia que le impidió jugar con España el Mundial de 2002. Pero el líder de Vox ha dado más detalles de por qué lo ha decidido.

«Santiago Abascal entiende que Pedro Sánchez utiliza estos acontecimientos para blanquear un Gobierno sumido en una corrupción escandalosa y responsable de gravísimas traiciones a los intereses de España», ha explicado el partido en un comunicado.

Pero resulta llamativo que el líder de Vox haya escrito por carta a Felipe VI, justificándose con que el Ejecutivo usa el desfile militar como método de blanqueamiento. Sí, los actos del 12 de octubre. Esos en los que, siempre que gobierna un líder socialista, algunos de los ciudadanos, que esperan desde primera hora en el centro de Madrid el inicio de los actos, aprovechan para abuchear al dirigente de turno. Pasó con José Luis Rodríguez Zapatero y lleva años ocurriendo con el propio Sánchez.

«No se puede ni se debe fingir normalidad institucional con un Ejecutivo ilegitimo que está dinamitando el Estado de Derecho, la convivencia pacífica y que con sus alianzas internacionales está poniendo en grave peligro la seguridad de los españoles», han excusado desde Vox.

Calle-tano

Pese a que no estará presente en la tribuna de autoridades, Vox sí ha confirmado la presencia de Abascal en el desfile. Aseguran que «su sitio está junto a los españoles, y ya hace tiempo que ha decidido que sólo compartirá espacio con Pedro Sánchez y los miembros de su Gobierno en el Congreso de los Diputados, o cualquier otro lugar donde pueda denunciar la corrupción moral, política y económica de este Gobierno».

«Santiago Abascal no acudirá a la tribuna de autoridades ni a la posterior recepción del Palacio Real, y celebrará la Fiesta Nacional en la calle, aplaudiendo a las Fuerzas Armadas y honrando los símbolos nacionales«, ha asegurado su formación política.

Y no lo tendrá nada fácil. Para coger un buen sitio a lo largo del Paseo de la Castellana hace falta madrugar bastante. Un verdadero reto para el líder de Vox que ha decidido tomar una decisión que dejará un enorme vacío en la tribuna de autoridades y en el besamanos de los reyes y la princesa Leonor en el Palacio Real.