El rugido de los motores fue solo el telón de fondo. Este año, el Gran Prix de Singapur 2025 demostró que la Fórmula 1 ha dejado de ser un espectáculo deportivo para transformarse en una auténtica pasarela del lujo contemporáneo.

En la ciudad-estado que nunca duerme, las grandes casas de moda, relojería, perfumería y destilados tuvieron activaciones que dejaron el lujo en alto con colecciones cápsula y experiencias inmersivas que sedujeron a los asistentes tanto como a los pilotos.

Desde un té inspirado en la adrenalina del circuito hasta un whisky cristalino creado por Charles Leclerc, la cita de Singapur confirmó que el nuevo lujo se redefine ante la velocidad. 

Chivas Regal y Charles Leclerc: precisión, alquimia y sofisticación líquida

Más que patrocinios, lo que se vivió fue una convergencia artística entre precisión técnica y estética de marca.
>Chivas Regal se desmarcó de lo convencional con Crystalgold, una joya líquida que combina la profundidad del whisky escocés con la transparencia de una bebida espirituosa clara.

Fotografía: Chiva´s Regal

El piloto monegasco y embajador de la casa, Charles Leclerc, no solo prestó su nombre: co-creó el Crystalgold Spritz, un cóctel que evoca la Riviera italiana y que solo podía saborearse en selectos bares de Singapur.
>Más allá del producto, esta alianza celebró la fusión entre ingeniería y elegancia, una alquimia perfecta entre la mecánica de la velocidad y la artesanía del sabor.

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TWG Tea: el té que capturó la tensión antes de la bandera a cuadros

TWG Tea, el gigante del té de lujo nacido en Singapur, ofreció una mirada más poética al circuito con su Race Day Tea, una edición limitada que encapsula el vértigo de las curvas en notas de especias, bayas silvestres y caramelo.

Cada taza, servida en porcelana fina, parecía capturar el instante exacto antes de la bandera a cuadros: tensión, aroma y belleza contenida. El arte del lujo, hoy, radica precisamente ahí: en ofrecer experiencias sensoriales que aceleran la emoción sin necesidad de velocidad.

Christian Louboutin: tacones que rugen y glamour sobre el asfalto

En el extremo más visual, Christian Louboutin transformó las llamas y el brillo del asfalto en una colección cápsula que mezcla erotismo, metal y adrenalina. Su serie Racing fue un homenaje a la potencia femenina, con tacones de 120 mm que reinterpretan la silueta Pin-Up con una energía futurista.

Los clutchs destellan como faros, y las zapatillas con clavos podrían perfectamente desfilar tanto en una pasarela como en el paddock. El mensaje es claro: el lujo no solo se admira, se acelera.

Adidas, Mercedes y PUMA: la moda deportiva toma la pole position

Las colaboraciones deportivas también encontraron su momento estelar. Adidas y Mercedes-AMG Petronas transformaron la pasión de las carreras en una oda al diseño urbano, con camisetas que evocan el skyline de Singapur y gráficos cinematográficos.

Mientras tanto, PUMA y Scuderia Ferrari celebraron veinte años de alianza con una colección que combina tecnología de alto rendimiento y nostalgia automovilística. Cada prenda traduce la energía de la pista en estilo streetwear, conectando la herencia de Maranello con la cultura urbana contemporánea.

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TAG Heuer: cuando el tiempo se convierte en espectáculo

La relojería también brilló en la pista. TAG Heuer, fiel al pulso del tiempo, presentó su Racing Pop-Up en Orchard Road, un espacio que fue tanto museo como instalación artística.

Los visitantes pudieron escuchar rugidos de motor transformados en paisajes sonoros, admirar cronógrafos históricos usados por Jo Siffert o Michael Schumacher, y descubrir el exclusivo Formula 1 Solargraph Box Set, una edición de solo cinco piezas para coleccionistas.

En este espacio, el tiempo literalmente corría a toda velocidad, reafirmando que el lujo suizo sigue siendo el cronómetro invisible del deseo.

Ralph Lauren y la elegancia del aroma en movimiento

El perfume de la velocidad lo puso Ralph Lauren con su Polo Red Racing Pop-Up, una experiencia inmersiva donde las fragancias se fusionaron con simuladores de carrera y tecnología sensorial.

El carismático piloto Lando Norris, rostro de la marca, selló la unión entre el carisma deportivo y la elegancia americana, demostrando que una fragancia puede capturar la emoción de la pista tanto como un motor encendido.

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Visa, HUGO y TUDOR: el futuro del lujo es interactivo

Como broche final, la experiencia Visa Cash App Racing Bulls – Inside The Garage unió tecnología, moda y velocidad en una propuesta multisensorial. De la mano de HUGO y TUDOR, los visitantes pudieron sumergirse en simuladores, desafíos de reacción y exhibiciones de diseño.

Más allá del entretenimiento, esta colaboración evidenció una tendencia clara: el patrocinio deportivo del futuro no busca visibilidad, sino experiencias estéticas que generan conexión emocional.

En el fondo, el Grand Prix de Singapur 2025 no fue mucho más que una carrera, se convirtió en un manifiesto visual del nuevo lujo. Un territorio donde la velocidad se vuelve arte, el consumo se convierte en experiencia y el deseo se diseña con precisión suiza.

El lujo ya no solo corre en la pista. También se saborea, se viste, se escucha y se siente.

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