El trazo de Pablo Alfaro es inconfundible, aunque la calavera se pinte de surrealismo. El pintor albacetense, toda una institución en la reinvención de la escena pictórica de la ciudad, expone en los ya reconocidísimos escaparates de su estudio, 13 obras inéditas bajo el título ‘Origen’. Aunque para ser honestos, son lienzos nunca vistos en Albacete, pero sí en Alemania. «Hace dos años, participé en una exposición colectiva en Hannover con una obra y esa fue el germen de ésta. Era una Venus de Willendorf flotando en un bosque y gustó mucho», comenta a La Tribuna.

El éxito de esa pieza fue tal que Katrin Hamann, dueña de una galería de la ciudad alemana, le dijo que le interesaría que profundizara más en el tema para una exposición individual. «Desde hacía tiempo tenía muchas ganas de trabajar en torno al arte rupestre, en torno a los orígenes un poco del arte, y eso también me lleva un poquito a los orígenes de la humanidad en sí», asegura porque, aunque «toda esta serie de cuadros parezcan muy de la misma época, en realidad no lo son». 

Porque Pablo Alfaro no da pinceladas sin motivo:«En la Prehistoria hay cientos de miles de años de diferencia de una cosa a otra. Entonces, por ejemplo, hay cuadros en esta serie que hacen alusión a pinturas rupestres, que a lo mejor tienen veinticinco mil años, o treinta mil años, pero luego hay algunos de los cráneos, de los homos antecesores y éstos tienen ochocientos mil años. Lo que quiero decir es que abarco un montón de años y épocas. Si me viera algún antropólogo, seguramente se echaría las manos a la cabeza porque mezclo épocas».

Sin embargo, Pablo Alfaro las enlaza con conocimiento de causa: «Quiero hablar un poco de cuándo fue el momento en el que los primeros homínidos o seres humanos o protohumanos fueron capaces de tener el pensamiento de plasmar en una pared algo. Es decir, cuándo y dónde desarrollaron el pensamiento abstracto.  O sea, ¿en qué momento fueron capaces de representar ideas abstractas o de representar la tridimensionalidad de la realidad en la bidimensionalidad de una pared?

Reflexión. Una idea muy interesante que Pablo Alfaro conecta también con la normalización de ciertos comportamientos por la sociedad moderna: «Ahora, un niño de dos o tres años se pone a dibujar y no se le da la mayor importancia porque eso es una habilidad adquirida a través de cientos de miles de años. Pero claro, en su momento, alguien cogió una ceniza del suelo, se manchó la mano con eso o con lo que sea y se puso a pintar en una pared. A mí, eso, me parece fascinante». Quizá por eso, Pablo fue un paso más allá al comenzar a dibujar sobre pinturas realizadas por su hija. «En aquella época, la niña tenía cuatro años y pintaba cuadros abstractos porque a su edad no pueden ser de otra manera, y yo los utilicé como fondo para pintar, sobre todo, los fósiles y los cráneos».

Según confirma Alfaro, los primeros cuatro o cinco cuadros que realizó de la serie eran todos lienzos que pintaba su hija y luego los  intervenía él. «De hecho, hay dos o tres cuadros que estaban firmados por ella y por mí, por los dos», nos cuenta. Aunque el pintor albacetense no para. Acaba de inaugurar una exposición colectiva en Málaga y la semana que viene participará con otra obra en Mula, en el Festival Epicentro, dedicado a la música, la poesía y a las artes plásticas. Además, el próximo 15 de noviembre, su estudio acogerá la obra María Dura, una artista de Elche que nunca ha expuesto en Albacete y que está siendo toda una revelación en el mundo de las artes.