En su valoración del partido, Ibon Navarro diferenció la primera y la segunda parte, que se decantaron primero para el Gran Canaria y después para … el Unicaja, y dio algunas de sus claves de la victoria: «Poco que decir. Ha habido dos partes muy diferenciadas. Una primera en la que Gran Canaria ha tenido muy buena energía y han sido muy físicos. A nosotros nos costaba todo. En la segunda parte hemos entrado con otra energía. Los primeros cuatro o cinco minutos han respondido bien, pero nosotros empezamos a jugar con muchos ‘grandes’ y ahí creo que conseguimos confundirles un poco. Nos metemos en el partido con el acierto exterior de Tillie. Su porcentaje de tiros libres ha sido más bajo de lo normal. Ha sido muy complicado para nosotros y hemos aprendido mucho en la primera parte».

Aseguró, entre risas, que no echa broncas cuando las cosas no salen bien. Que hace años que no toma ese ‘modus operandi’: «Hace mucho que no hago estos tipos de broncas. Hay una energía de un equipo y otra de otro. No somos capaces de jugar a absolutamente nada y atrás no estábamos a su nivel. Si cambiábamos eso íbamos a tener alguna opción, si no, ninguna. Lo han cambiado y hemos ganado. Han puesto el listón físico alto».

Más allá, apuntó a que el primer partido de la temporada en casa es siempre especial, sobre todo para aquellos que es su primera vez: «Ese punto, ese primer partido en casa, te da un poco de nervios, sobre todo para los nuevos. Eso nos pasó a nosotros en el pasado». Al final, triunfo cajista de mucho valor y final feliz, que levantó en una segunda parte prodigiosa una diferencia negativa de catorce puntos al descanso.