Una vez terminado el desfile de las Fuerzas Armadas ha llegado el momento del besamanos, donde Felipe VI, Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía saludan a los miles de invitados que han asistido al Palacio Real. 

Como cada año, los ojos de los expertos se ponen en los gestos y expresiones de los reyes con cada invitado que pasa. Si hace dos años llamó la atención el momento de Letizia con Ione Belarra, el protagonista de este ha sido el escritor y reciente premio Cervantes, Álvaro Pombo, que ha llegado en silla de ruedas el último en uno de los bloques de la recepción.

En ese momento, tanto los reyes como sus hijas se han acercado al prestigioso escritor y le han demostrado su cariño y su respeto, algo que recuerda a lo que pasó en el Cervantes, cuando Letizia lo trató también con muchísimo cariño. 

Está previsto que los integrantes de la Casa Real saluden durante el besamanos a los 1.300 invitados donde hay desde miembros del Gobierno y del Consejo de Ministros a periodistas pasando por militares y destacados miembros de la sociedad civil. 

Antes, el desfile del 12 de octubre ha vuelto a estar marcado por la inestabilidad política que marca España con los ya clásicos abucheos por parte de un sector de la sociedad española al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. 

Además, las nubes no han dejado ver el cielo y se ha tenido que reducir el número de formaciones participantes por la alta nubosidad. A la fiesta de España ha faltado Santiago Abascal, que ha decidido vivir el desfile desde la calle para no «blanquear» al Gobierno de Sánchez.

Pero no todo ha sido malo para Sánchez. Mientras los silbidos sonaban, Felipe VI ha arrancado su pase de revista al grupo de honores de la Guardia Real. En ese momento en el que el monarca pasaba delante del grupo de honores, ha habido una escena bastante llamativa justo detrás de él. 

Mientras el rey pasaba revista, la reina Letizia y Pedro Sánchez estaban hablando, con la ministra de Defensa, Margarita Robles, un poquito excluida de la conversación.