Rodrigo Mendoza puso fin el sábado, casi a la misma hora que la selección absoluta certificaba su triunfo en el Martínez Valero, a su andadura en el Mundial sub-20 que se está disputando en Chile, en el que la Rojita perdió en cuartos de final contra Colombia (2-3), en un duelo con alternativas en el marcador, exhibición del cafetero Villarreal, que firmó un triplete, y polémica arbitral con un penalti anulado a España vía VAR que podría haber forzado la prórroga.

El centrocampista murciano del Elche continúa con su frenético inicio de curso, ya de vuelta de Sudamérica y, en principio, a disposición de Eder Sarabia para el compromiso del domingo que viene (14 horas) contra el Athletic. Falta por ver su estado físico, sobre todo teniendo en cuenta el esfuerzo acumulado que lleva pese a haberse completado únicamente dos meses de competición oficial.

Casi mil minutos oficiales

En este lapso de tiempo, Mendoza es de los futbolistas de Primera División que más minutos acumula en sus piernas, contando los partidos con clubes y selecciones. El canterano franjiverde ha disputado 361 minutos en liga repartidos en cinco partidos: los 90 ante el Betis, 87 frente al Oviedo, uno menos en el derbi autonómico con el Levante, 68 contra el Atlético de Madrid y media hora en Sevilla, único día en el que fue suplente.

A su participación con la franja verde hay que añadir 89 y 79 minutos con la sub-21 en partidos de clasificación para la Eurocopa de la categoría contra Kosovo y Chipre, en una ventana FIFA en la que llegó a entrenar una jornada con la absoluta, a las órdenes de Luis de la Fuente, lo que indica que el murciano está en el radar del seleccionador; y pleno en Chile con la sub-20 durante el Mundial. Allí, Mendoza ha añadido un total de 450 minutos en cinco partidos. Todos como titular, jugando cada tres días. Marruecos, México y Brasil en la fase de grupos; Ucrania en octavos de final y Colombia en la fatídica ronda de cuartos.

En total, el contador de minutos personal de Mendoza se acerca a los mil (979), lo que le ubica en el top 10 de futbolistas de Primera División en cuanto a cantidad de minutos oficiales disputados, en una lista en la que otros nombres son Mbappé, Pedri, Le Normand, Tchouameni, Arda Güler, Fede Valverde u Oyarzabal. Por comparar con sus dos últimas temporadas en el primer equipo, el talentoso centrocampista se quedó en 1.065 minutos en toda la 2024-2025, en la que desapareció de los planes de Eder Sarabia a partir de marzo; y 1.369 en la 2023-2024, en la que con Sebastián Beccacece le vino a ocurrir más o menos lo mismo.

Interés de otros clubes

Todo apunta a que este curso va a dar ese salto que en los dos últimos años le ha faltado. A la confianza, propia y de sus entrenadores, Mendoza ha añadido la de su club (recíproca en este caso), con una renovación hasta 2028 y una cláusula de rescisión que, sin haberse hecho oficial, se estima en la cifra de 20 millones de euros.

De dos meses en blanco a jugar un partido cada cuatro días y medio

La situación de Rodrigo Mendoza ha cambiado radicalmente en cuestión de unos meses. De su ostracismo en el final de la temporada pasada al protagonismo total en el inicio de esta, renovación mediante. Unas cifras que resaltan especialmente a la hora de valorar el número de partidos disputados. Desde el pasado 18 de agosto (debut liguero contra el Betis) hasta el 11 de octubre (España-Colombia del Mundial sub-20) han pasado 54 días en los que Mendoza ha jugado 12 partidos oficiales. Es decir, disputa un duelo cada cuatro días y medio. El curso pasado no saltó ni un segundo al terreno de juego desde el derbi contra el Eldense en la jornada 32, a finales de marzo. Aquel día fue titular y desapareció de los planes de Sarabia. Jugó 24 partidos hasta esa fecha, un encuentro cada nueve días. Si se estira el espacio temporal hasta el 1 de junio, día del ascenso en Riazor y último partido oficial del curso para los franjiverdes, Mendoza jugó cada 12 días. En conclusión, en estos dos primeros meses ha tenido la mitad de descanso que hasta marzo de 2025 y una tercera parte que en toda la 2024-2025. Con otros clubes detrás de su posible contratación, queda por ver la postura del Elche en una posible negociación. La cláusula de 20 millones de euros puede frenar a algunos (no todos), aunque Christian Bragarnik ya ha demostrado con otros futbolistas, casos de los «Nicos», por ejemplo, que es un duro negociador, pero que no se cierra en banda a ventas por precios que considere de mercado.

Ahora falta por ver el rendimiento a medio y largo plazo de Mendoza. A lo exprimido que está por su participación en los partidos de España y el Elche, siendo una pieza referencial en ambos equipos durante los dos últimos meses, hay que añadir los viajes, especialmente el de Chile, a otro continente, con otro uso horario y con cambio estacional, al estar en el hemisferio sur del planeta. Por este motivo, la entidad franjiverde quiere recuperar de piernas y cabeza totalmente al futbolista para que la temporada no se le haga larga.

Rodrigo Mendoza conduce el balón durante el último partido de España en el Mundial sub-20.

Rodrigo Mendoza conduce el balón durante el último partido de España en el Mundial sub-20. / RFEF

Otro aspecto, que tiene que ver más con lo mental, es la revalorización de Mendoza en el mercado. Desde hace tiempo le siguen los grandes del fútbol nacional. Real Madrid y Valencia son los que más se han interesado, pero Barça, Atlético y Villarreal no le pierden tampoco la pista. Su buen papel con la selección en Chile le ha abierto también puertas internacionales. Ya estaba en el radar del París FC y, ahora también le siguen varios clubes de la Premier League inglesa. El Elche tiene una joya. Toca cuidarla… y aprovecharla.

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