Sin ser el único bar donde se establece esa condición, todavía genera cierta controversia la exigencia de una consumición mínima cuando hay fútbol de pago televisado. «¿Qué os parece este requisito?», ha lanzado el influencer valenciano Jesús Soriano en X.

Varios … de sus seguidores en esta red social apuntan un dato determinante para empatizar con este hostelero: «400 euros al mes te cuesta tenerlo en un bar, si se te llenan las mesas de un café con leche dos horas no es sostenible, yo lo entiendo».

Aparte de esta cifra incontestable, se añade que «hay que pagar luz, agua, impuestos, camareros, conexión a Internet» entre otros gastos por una consumición que parece razonable a la mayoría. «Los he visto que se han chupado tres partidos y ocupando una mesa con un café», abunda otro lector.

La impresión general en el hilo es que un hostelero tiene un «negocio» y no tiene otra que hacerlo rentable. «Puedes ver el fútbol ahí porque hay personas que consumen y hacen que siga funcionando; si no, no podrías verlo ahí, así de sencillo; ¿que no? pues guarda esos cinco euros por partido y te pagas el M+ o a piratear», aconseja un internauta, entre socarrón y provocador.

Obviamente, no todos aplauden esta consumición obligatoria. «Mal, me parece mal, a una persona con problemas económicos y que le guste el fútbol, ¿le vas a negar la entrada? Y al que consuma ocho cervezas, ¿qué?, ¿le vas a decir que consuma un par de ellas, que ya le vale; no todo tiene que ser negocio, existe la empatía, solidaridad, comprensión», opina uno de ellos.

«Pues me quedo fuera del bar viéndolo desde la ventana», se plantea otro, que suscita la risa del propio influencer, como un cliente que confiesa sus hábitos: «A mi me deberían vetar en casa a ir al bar, porque cada vez que bajamos a ver el partido, no bajo de los 35 euros, jajajaja, entre la previa del partido y el post».

Y finalmente están quienes plantean alternativas, como cobrar entrada igual que se hace para conciertos de música o espectáculos, o servir tapas con la bebida para subir el importe de la factura.