Del ‘cumpleaños feliz‘ de toda la vida, con una tarta, velas para soplar, y rodeados de amigos y familia en una merienda en casa, a un evento con alrededor de 100 invitados al que asisten tanto personas del entorno íntimo de la homenajeada como familiares y amigos de los padres de la adolescente. El presupuesto, cercano al de una Primera Comunión o incluso a lo que se gastan algunos en la boda: «8.000 euros sumando vestido y maquillaje, complementos, el local, el catering y las actuaciones». Esta es la nueva moda que llega de Sudamérica a España, concretamente, en este caso, a Carabanchel, donde vive Patricia Muñoz, su padre y su madre, que le han organizado una fiesta de quinceañera que jamás olvidará.
De todo esto han hablado en ‘Y Ahora Sonsoles‘ (Antena 3), donde Pepa Romero ha mostrado su sorpresa al conocer detalles del evento. La joven se vistió de gala, con un vestido morado que perfectamente podría ser de una princesa Disney, alquilado por 200 euros, con uñas postizas, melena peinada, maquillada y lista para festejar por todo lo alto «que ya eres una mujer». Patricia Muñoz ha acudido al plató tal y como se presentó en la celebración que le organizó su familia, a la que asistieron casi 100 invitados y que es una costumbre heredada de la Colombia natal de su padre.
La madre de Patricia, Ainhoa, es española, y a ella le ha costado aceptar la organización del evento. «Ahora estoy contenta, porque fue muy especial y es algo que ella va a recordar para siempre», ha explicado. En la fiesta hubo de todo: comida y bebida, una gran tarta, decoración exclusiva, vestimenta y dress code especial, actuaciones en directo, mucha gente que acudió y regalos de todo tipo para la homenajeada. Desde dinero a ropa, una tablet y unos pendientes de brillantes «con diamantes». «Si esto es con los 15 años, no se qué van a preparar tus padres si te casas», le ha dicho entre risas Pepa Romero.
En el programa han afirmado que cada vez más personas se animan a celebrar esos15 años de las chicas de la casa. La inmigración y una población con cada vez más gente procedente de Sudamérica ha ocasionado que se adopten tradiciones como esta. En plató los tertulianos no terminaban de entender esto: «Acostumbramos a los niños a que todo es a lo grande, a que se merecen cualquier cosa, y no creo que sea positivo, la verdad».
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