Pablo de Blasis, uno de los tres mejores jugadores que han vestido la camiseta del FC Cartagena en toda su historia, está en el mercado. … A sus 37 años, es agente libre, tras renunciar a seguir en el equipo de su vida, un Gimnasia y Esgrima La Plata donde prácticamente nunca hay estabilidad y le fue complicado rendir al nivel que ofreció en su gran etapa en el Efesé. Los resultados no han sido los esperados en su vuelta a casa y De Blasis, hincha del Lobo, quiso irse dos minutos antes de que le echaran. Tomó la decisión hace un mes y desde entonces busca equipo. La idea que tiene él es terminar su carrera en España, donde además luego le gustaría ser entrenador.

Sus números en las dos temporadas y media que militó en el Cartagena fueron notables. 101 partidos jugó el Chiquito en el Efesé, 91 de ellos como titular y 54 de principio a fin. Dio 23 asistencias y marcó 8 goles con la camiseta albinegra. De Blasis siempre priorizó permanecer en Cartagena antes que en otro club español con más dinero. Ese sentimiento de pertenencia despertó tantas ovaciones como su fútbol, con aplausos continuos a su persona. El Chiquito fue el futbolista que más kilómetros recorría por partido y el que hacía mejores a sus compañeros. Con Luis Carrión se entendió de maravilla en 30 meses inolvidables.

Todo esto lo sabe el nuevo propietario del FC Cartagena, un Alejandro Arribas que vio con sus propios ojos cuando se enfrentó a él qué tipo de jugador era De Blasis en el Cartagena y qué nivel de respeto y devoción sentía la afición del Efesé hacia su persona. Arribas, que acaba de retirarse del fútbol, se enfrentó al argentino en su etapa en el Oviedo. Y Arribas, que conoce bien los códigos del fútbol y es plenamente consciente del ambiente enturbiado que existe en el club al que acaba de llegar, sabe que traer de vuelta a casa a De Blasis sería un chute de positivismo y energía para la deprimida hinchada cartagenerista.

Arribas quiere que el argentinno sea el líder desde el terreno de juego de su nuevo proyecto y De Blasis, que estaría encantado de recuperar la vida apacible que tenía en su casa de San Pedro del Pinatar con su mujer y sus hijas, de 8 y 6 años, ha escuchado su propuesta y le seduce. Es un tipo que se mueve por sensaciones y da mucho valor al sentido de pertenencia. Un último baile en el Cartagena, aunque sea en el tercer escalón del fútbol español, le seduce más que ir a un sitio que no conoce. Sabe, además, que en su hipotética vuelta sería recibido con los brazos abiertos por todo el mundo. Él encarna como nadie lo mejor de la reciente etapa de alegrías y felicidad en Segunda División.

El nuevo propietario sabe que fichar a De Blasis sería un chute de positivismo y energía para la deprimida hinchada cartagenerista

Hay un problema, eso sí. Y no es pequeño. Martín Guastadisegno, su representante, no ha cobrado todavía su porcentaje de la operación que posibilitó la renovación de Pablo de Blasis por el Efesé hace tres veranos. Desde entonces, han quedado en saco roto sus reclamaciones, puesto que los agentes no están cubiertos por el sindicato AFE. Y esto ha molestado mucho, tanto al futbolista como a su representante.

De hecho, Guastadisegno vetó el pasado verano la llegada de Panichelli al Efesé. La cesión del joven ariete argentino, que ha hecho 21 goles con el Mirandés y esta semana ha sido traspasado al Estrasburgo francés a cambio de 16,5 millones, no se cerró por el dinero que aún se le debe a Martín Guastadisegno de la operación de De Blasis, quien reclamó esa cantidad en varias ocasiones.

De hecho, De Blasis criticó el pasado mes de noviembre en su cuenta de Instagram a Paco Belmonte y Manuel Sánchez Breis, tras el 1-5 contra el Deportivo. Musto, Alcalá y Gonzalo Verdú tuvieron que dar explicaciones a los aficionados en la explanada del Cartagonova y el Chiquito no se calló. «Lo de siempre. Jugadores dando la cara. Los que deciden, echando la culpa al resto sin hacerse cargo», escribió un De Blasis que no tiene relación con Belmonte y Breis. Y eso es un hándicap para su regreso al Efesé.