Es el gran enigma de la Fórmula 1, y más allá de esa parcela, del deporte en general. Michael Schumacher sufrió un terrible accidente el 29 de diciembre de 2013 mientras esquiaba en la estación de Méribel, en los Alpes franceses. Producto de la caída, el siete veces campeón mundial se lesionó de gravedad. Llegó a estar en coma, pero luego salvó esa inquietante coyuntura. No obstante, los daños cerebrales padecidos por el impacto le dejaron en una situación tan complicada que su familia le confinó para tenerle cuidado en todo momento.

Poco ha trascendido de su estado de salud desde que se lastimó hace 12 años. Lo que sí se sabe es que Schumi, que comparte con Lewis Hamilton el honor de ser el competidor con más coronas mundiales de F1 (siete), tiene imposible comunicarse por las secuelas de su golpazo.

La firma de 'Schumi' en el casco de Jackie Stewart.

La firma de ‘Schumi’ en el casco de Jackie Stewart.F1

Las noticias en torno al ‘Káiser’ salen en cuentagotas. Las más fiables provienen de su círculo íntimo (Corinna, su esposa, y sus hijos, Mick y Gina, amén de su amigo del alma, Jean Todt), pero tampoco es que se prodiguen mucho y que cuenten con precisión cómo está el genial deportista alemán.

«Una señal de vida»

Recientemente, en ‘L’Équipe’ han querido transmitir un mensaje de positividad con respecto a la frágil vitalidad de Schumacher. «No sabemos qué sucede con exactitud. Sabemos que respira y que interactúa con su familia, pero aparentemente no habla y no le hemos visto caminar. No diría que está bien, pero tal vez se encuentra un poco mejor, las únicas noticias proceden de su entorno», indica Stefan L’Hermitte, periodista de la prestigiosa publicación gala en el podcast ‘Le Grand Recit’.

Hace bien poco se conoció que su firma está estampada en un casco destinado a fines a benéficos. «¿Cómo se las arregló para firmarlo? ¿Su esposa le tomó la mano? No hay certeza, pero es la primera vez que tenemos una señal positiva de él, casi una señal de vida», agrega el articulista de ‘L’Équipe’.