El camino del Unicaja hacia un nuevo título de la Basketball Champions League implica paradas como la de este martes ante el Karditsa. Allí, en … la ciudad griega, el equipo cajista escenificó las dos realidades de esta competición a esta altura de la temporada, con grandes diferencias de nivel entre algunos equipos, lo que le resta interés cara al aficionado. Si la semana pasada, el Unicaja venció por 31 puntos al Mersin, esta vez tampoco tuvo problemas para despachar al Karditsa con una victoria muy clara (55-72). El triunfo permite a los de Ibon Navarro ser líderes del grupo G en solitario a las puertas de una gran prueba el domingo en la Liga ante el Barcelona (19.00 horas). Fue un triunfo cómodo y coral, porque como dato curioso, los doce jugadores del Unicaja lograron anotar.
El ímpetu y las ganas del equipo griego se toparon con sus limitaciones y la enorme distancia que le separa a día de hoy del Unicaja. La diferencia de calidad entre los dos equipos se palpó desde el salto inicial. Del 2-10 de salida se pasó a un 5-16 con el conjunto malagueño anotando un triple detrás de otro. Tillie veía el aro como una piscina y la renta malagueña no paraba de crecer a medida que avanzaba el partido. La ausencia de Balcerowski permitió que Sulejmanovic jugase de cinco, pero ni esto redujo el dominio malagueño, que cerró el primer cuarto ganando 11-23. El juego del Karditsa era caótico y sin capacidad alguna para superar la sólida defensa del Unicaja. El equipo griego sólo fue capaz de anotar cuatro canastas en los primeros diez minutos, lo que da una idea de los problemas que encontró ante la defensa malagueña.
La presencia de Djedovic en el quinteto alivió las carencias de Castañeda y Duarte. Ambos frenan demasiado el juego, al menos por ahora, porque con un exceso de botes acaban por buscar la opción más complicada, tanto de pase como de tiro, por eso sus minutos no fueron productivos. El bosnio, por contra, corría el contragolpe, era más incisivo y acabó la primera parte como el máximo anotador del Unicaja junto a Tillie. El Karditsa seguía a lo suyo, fallando una canasta detrás de otra. Por si fuera poco, los locales fallaron además seis de los 10 tiros libres que tuvieron en la primera parte. Con este panorama, la renta malagueña no paraba de crecer hasta el punto de que el Unicaja llegó al descanso con el choque ya casi decidido, 20-40.
El nivel de eficacia del Unicaja se resintió tras el intermedio, aunque era algo lógico, porque el Karditsa también estaba más agresivo. Sin embargo, el partido era un intercambio de canastas, algo que favorecía los intereses del cuadro cajista, que mantuvo los veinte puntos de renta. Duarte estaba ahora más incisivo, sin manosear tanto el balón y eso le resultó más productivo. Fue Kalinoski el más destacado del Unicaja en este cuarto, pues cinco puntos seguidos suyos pusieron la máxima renta del partido con un 32-56 en el minuto 28.
La cómoda ventaja propició cierta relajación en las filas malagueñas, donde se apreció menos rigor defensivo. Esto también afectó a su ataque, son sólo cinco puntos anotados hasta el ecuador del último cuarto. Esto permitió al Karditsa acercase en el marcador (45-61, min. 35), de ahí que Ibon Navarro pidiese tiempo muerto para corregir la situación. Kalinoski se encargó de devolver el partido a la ‘normalidad’ con siete puntos seguidos que devolvieron los 20 de ventaja. De ahí al final ya no hubo historia, con los griegos tratando de maquillar y el Unicaja tratando de mantener la mayor renta posible pensando en la clasificación.
Karditsa Iaponiki | 55
Unicaja | 72
ESTADISTICAS DEL PARTIDOKarditsa Iaponiki | 55 Unicaja | 72