Sobresaliente por sus dimensiones, que rozan los tres metros de largo por dos y medio de alto; magnífico porque son pocos los lienzos con ese contenido del siglo XVII; y único por la historia que encierra este lienzo, pintado en Nuevo México por un destacado autor, por encargo de una soriana. Se trata del cuadro Apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe, restaurado por el Museo del Prado, donde ha estado expuesto los últimos meses, y acaba de regresar a su lugar de origen, un pueblo de Soria.
El lienzo se expone por primera vez al público en la iglesia del convento de las concepcionistas de Ágreda -sus propietarias-, donde siempre ha estado, pero no son muchos los ojos que lo han visto. El cuadro muestra a la Virgen de Guadalupe en México, una Inmaculada Concepción en su origen, y ha formado parte de la muestra Guadalupe de México, que ha tenido lugar en el Museo del Prado entre junio y septiembre. Patrimonio autorizó el pasado año el traslado de la obra, que hace unos días ha regresado a Ágreda.
Primer plano del lienzo.MONTESEGUROFOTO
Cómo es el cuadro y quién lo pintó
El cuadro se asemeja a un retablo en forma de tríptico (293×251 centímetros) y data del siglo XVII. Fue pintado por José Juárez en 1656, tal y como puede leerse en la parte inferior, por encargo de una soriana que marchó allí a trabajar. La Virgen está pintada en el centro dentro de un marco de plata, como estaba en su santuario, flanqueado por las cuatro apariciones de la Virgen. «Es uno de los cuadros más antiguos de la Virgen de Guadalupe«, según Paula Mues Orts, profesora del Instituto nacional de Antropología e Historia de México.
Esta experta en Historia cuenta «cómo se apareció en 1531 para hablar con el indígena recién convertido Juan Diego para decirle en su mismo idioma nahuatl y a una persona humilde que el obispo le levantara ahí un templo en el Tepeyac, cerca de la ciudad de México», según recoge el Museo del Prado en una publicación en Instagram, en referencia a un cerro donde tenían lugar las apariciones. Los otros tres lienzos narran la historia hasta la última aparición en que el obispo Zumárraga cree al humilde indígena.
Por qué en Ágreda y quién fue Francisca Ruiz de Valdivielso
¿Pero qué hace en Ágreda un cuadro pintado hace casi cuatro siglos? La culpable se llama Francisca Ruiz de Valdivielso y a la figura de esta agredana (coetánea de Sor María de Jesús) nos acerca Dévora Soriano, al frente de la Oficina de Turismo de Ágreda y conocedora y apasionada de la historia local. «Esta joven agredana se marchó a trabajar para el duque de Alburquerque, que era virrey en Nuevo México. Ella regresó y acabó ingresando como monja franciscana concepcionista con Sor María de Jesús. Aquí en Ágreda la llamaban la Indiana», apunta Soriano.
Durante su estancia en el México del siglo XVII (ahora Nuevo México de EE UU), Francisca encarga este cuadro y así se deja constancia en la parte inferior del lienzo: «A devoción de una humilde esclava de esta señora y natural de esta villa. Hecho en 1665». Sor María y Francisca -que toma el hábito en 1662- se conocieron y coincidieron en el convento: la Venerable falleció en 1665 y Ruiz de Valdivielso, en 1677.
Junto al cuadro, Francisca entregó al centro museístico de las concepcionistas un considerable legado, varias láminas (Niño Jesús de San Juan de la Penitencia y Santa Juana); lienzos (Adoración de los Pastores y Virgen de la Soledad; cuatro marfiles (Niño Jesús, San Miguel, Cristo del Antecoro y Cristo de la Celda de Sor María); así como piezas de orfebrería (una custodia y un cáliz); y dos bateas.
Se desconoce si las trae a Soria o bien eran de su propiedad y las entrega como dote al convento. Su legado forma parte de la colección museográfica del convento y su iglesia, donde se encuentra el sepulcro de Sor María de Jesús, en un féretro sellado y acristalado
Restaurado en los talleres del Museo Nacional
El Convento de la Concepción de Ágreda o convento de las concepcionistas es el propietario de este cuadro que ha formado parte de la exposición Tan lejos, tan cerca. Guadalupe de México en España. En octubre de 2024 Patrimonio de la Junta autorizó su traslado a Madrid al museo, que lo ha devuelto al convento, y colgado en la iglesia, hace unos días. Ha sido uno de los 15 lienzos que han pasado por los talleres de restauración del Prado, «por todas las áreas de restauración del Museo», en palabras de la restauradora, Alicia Peral.
Se trata de «una de las obras más interesantes», ya que es «una de las que hay constancia recogida que primero llega a España, directamente desde México», según publica el Museo del Prado en Instagram. En la publicación, Alicia Peral explica los trabajos de restauración en esta obra, con la imagen inicial un tanto turbia y ennegrecida porque tenía «bastante suciedad y polvo», lo que se ha subsanado. La restauradora se refiere al cuadro de Soria como «una obra del mejor pintor criollo de Nueva España y la copia guadalupana más antigua conservada y la primera en mostrar unidas las cuatro escenas del portento».
En la iglesia del convento concepcionista
El convento de las concepcionistas comenzó a construirse en 1627, cuando Sor María de Jesús fue elegida abadesa, teniendo tan solo 25 años. Los vecinos de Villa y Tierra de Ágreda hicieron posible su construcción en tan solo siete años, según fuentes del Ayuntamiento de Ágreda. «El 10 de junio de 1633 se trasladaron las religiosas de la antigua casona al nuevo monasterio».

Por lo que respecta a la iglesia es un pequeño templo barroco, de planta de cruz latina, de una sola nave, cubierta con bóveda de medio cañón y adornada con pinturas.
«El altar mayor está presidido por un sobrio retablo barroco dedicado a la Inmaculada, donde tenemos la escultura de Santa Beatriz, fundadora de la orden». A los lados se encuentran dos pequeños retablos dedicados a San Miguel y San Francisco.

La iglesia está cargada de historia: no hay que olvidar que Sor María de Jesús fue consejera del rey Felipe IV y que éste la visitó en alguna ocasión en el convento. El templo, en la carretera de Vozmediano, de Ágreda, es uno de los muchos ejemplos en la oferta turística de patrimonio del municipio, uno de los seis finalistas que optan a ser Capital Rural 2025 en España.
Vista de la iglesia de las concepcionistas de Ágreda y a la derecha, el sepulcro de la Venerable.MONTESEGUROFOTO