La opa de BBVA sobre Banco Sabadell se mueve en terreno incierto. La entidad catalana desveló ayer un rechazo mayoritario entre los accionistas que tienen depositados sus títulos en el propio Sabadell y eso supone de por sí un duro golpe para los … intereses del grupo vasco. El margen para el banco dirigido por Carlos Torres para lograr más del 50% de los derechos de voto es muy estrecho, con lo que el éxito de la oferta está ahora más en entredicho que nunca.

Las cartas están echadas sobre la mesa desde este pasado 10 de octubre, cuando terminó el periodo de aceptación. Y aunque el resultado oficial no se conocerá hasta este viernes 17 de octubre, cuando lo hará público la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la realidad es que el último movimiento del Sabadell permite ya atisbar que el éxito de la opa se mueve en un terreno gris.

El Sabadell informó de que el 30,8% del capital social está depositado en el propio banco. Son clientes de la entidad que además son accionistas y, por tanto, el grupo catalán conoce el grado de aceptación que ha tenido la opa entre ellos. De los dueños que tienen depositadas sus acciones en el banco, solo el 2,8% han aceptado la operación planteada por BBVA. Estos equivalen a apenas el 1,1% del total de acciones del Sabadell, o lo que es lo mismo, el 29,7% del capital social ha dicho ‘no’ a la oferta.

A ese 29,7% hay que sumar el rechazo de la aseguradora Zurich con su 4,947%. Un 34,647% del capital social del Sabadell se puede afirmar con rotundidad que ha rechazado la opa, pero la cifra no se quedaría ahí según los cálculos que se manejan en el sector financiero. La gestora Amundi atesora el 1,271% y se da por descontado que rechazaría también al menos con buena parte de su porcentaje al ser socio del Sabadell en el negocio de gestión de activos.

Asimismo, dentro de los accionistas profesionales o institucionales hay un 20% que son fondos de gestión pasiva, indexados al comportamiento de un índice concreto; estos lo que hacen es intentar replicar la composición del índice al que estén vinculado. En este caso, según fuentes de mercado, estos fondos tratarían de averiguar el grado de aceptación para tomar su decisión, es decir, que si apuntaran a una aceptación del 50%, pues acudirían a la opa con la mitad de su participación.

En el sector financiero, así, cuentan con que estos fondos podrían rondar una aceptación del 10% y un rechazo del otro 10%. De esta manera, según fuentes financieras, el rechazo a la opa de BBVA podría calcularse en al menos el 45% del accionariado.

Hipotética segunda opa

Esto deja a BBVA un margen estrecho para triunfar en las condiciones que tiene planteada la operación. Ahora mismo, el banco vasco solo ejecutaría el resultado si obtiene más de un 50% de los derechos de voto del Sabadell pero las cifras de aceptación se le complican. La convicción de la entidad vasca hasta hace unos días era de que lograrían superar ampliamente ese porcentaje, basándose principalmente en el enorme respaldo que dijeron tener entre los grandes accionistas.

En caso de no alcanzar esa cifra, la entidad tiene la posibilidad de renunciar a esa condición y quedarse solo con entre el 30 y el 50% del accionariado del Sabadell. Lo que ocurre aquí es que se verían obligados a lanzar una segunda opa en dinero en efectivo, lo cual genera nuevas incertidumbres.

El 17 de octubre la CNMV dará a conocer el resultado de la opa y en función del resultado BBVA deberá decidir si sigue adelante. En caso de que se quedara solo con entre el 30 y el 50%, la entidad tomará la decisión teniendo en cuenta también los criterios que fije el supervisor bursátil sobre el precio que debería haber en la hipotética segunda opa.

El precio de esa posible segunda oferta ha generado fuerte polémica hasta el punto de que la CNMV ha advertido a ambos por los pronunciamientos que estaban haciendo sobre la misma. Lo que sí ha señalado el presidente de BBVA, Carlos Torres, es que no abrirían ese escenario si no es al mismo precio que la opa actual; el Sabadell, por su parte, en semanas anteriores indicaba que probablemente el precio tendría que ser superior. El precio, en cualquier caso, lo decidirá el supervisor.