No quieren responder a cada rumor que aparece, argumentado o no sobre 2026. En Ferrari llevan un año viendo informaciones que hablaron primero de una posible espantada de Charles Leclerc (GP de Canadá), asegurando que el monegasco estaba muy decepcionado con el coche de 2025 y estaba sopesando cambiar de aires para buscar su sueño, ser campeón del mundo de F1. Poco después Leclerc contestó: «Sí, ese es mi sueño, pero quiero que se haga realidad con Ferrari».

Por esas fechas, también se cuestinó la confianza en el ‘team principal’, el jefe deportivo de la Scuderia en la F1, Fed Vasseur, que terminaba contrato al final de 2025 y todavía no había firmado la renovación. Y esta llegó el 31 de julio, justo antes del parón de las vacaciones veraniegas. 

Y sólo dos meses después una cadena de informaciones dan crédito a al posibilidad de que Christian Horner, despedido de Red Bull con todo el apoyo de Max Verstappen y su círculo más cercano, su padre Jos y Helmut Marko, podría ser un objetivo para Ferrari a partir de 2026. 

Será sobre el verano el momento en el que el británico pueda volver a la F1 tras cumplir el preceptivo ‘gardening‘ o barbecho, que protege a los equipos de la propiedad industrial e intelectual cuando un trabajador técnico cambia de uno a otro equipo, como le ha sucedido recientemente a Enrico Cardile tras fichar el junio de 2024 por Aston Martin.

MARCA quiso pulsar de forma no oficial el sentir en Maranello sobre estas informaciones, que han sido cascada en estos días. La respuesta es muy clara. «Estos rumores ni siquiera merecen ser comentados, en realidad. Veamos los hechos en lugar de los rumores: el hecho es que nuestra alta dirección renovó la confianza en Fred hace dos meses», ha dicho una persona de comunicación, reafirmando que el futuro del equipo pasa por la jefatura del ingeniero francés, que además firmó un contrato de varios años más. 

Vasseur comenzará 2026 y, previsiblemente, en un equipo que respeta los contratos, como sucedió con Carlos Sainz o Mattia Binotto, acabará el curso, de no mediar un auténtico terremoto. Luego se examinarán los resultados, como en todas las escuderías.