“Aún me juzgan por de dónde vengo”. Victoria Beckham se siente juzgada porque viene de las Spice Girls. De hecho, su fama se la debe a las Spice Girls. Es más, si no fuera por las Spice Girls tampoco estaría protagonizando una serie documental en Netflix.
Victoria, date cuenta. Tu éxito y tu oportunidad viene de la revolución que supuso aquel grupo musical, las Spice Girls, que hablaba del poder femenino a través de un casting calculado para cazar la identificación de un público desde perfiles de mujeres tan estereotipados como reconocibles y cuchicheables. Y a ella le tocó la pija.
Fuera solo papel o no, la realidad es que el futuro ha terminado dando la razón a las Spice: Victoria es la pija. Y su documental de Netflix nos recuerda que los documentales más complicados son los que narran la existencia de ricos que no hacen otra cosa que ser ricos. No hay nada más aburrido que la monotonía de un millonario creyendo que hace cosas interesantes y en realidad solo tiene dinero para pagarlas.
Así que el guionista debe tirar del hilo para encontrar un arco narrativo que dé forma a tres capítulos. Porque encima son tres capítulos. El primer paso es crear la ensoñación en el ojo del público contando la bonita historia de amor. Ok. El segundo, conseguir una frustración que ablande la frialdad de su fama y tiran del rechazo de la elitista industria de la moda a su trabajo como diseñadora porque Victoria fue Spice. Ok. Casi tienen ya el eje vertebral de la trama. Casi incluso la humanizan. Casi.
“¿Qué hiciste con todo el presupuesto de moda de las Spice?». “Fui a Gucci”, contesta Victoria. “Antes no había tenido una prenda de marca, así que fue algo nuevo y muy emocionante. Si te pones el vestido perfecto y hace que te sientas de un cierto modo. Esa confianza, esa sensación, era algo a lo que no estaba acostumbrada”. Hay personas que su serenidad depende del logotipo de la marca que vista su cuerpo. Y lo verbalizan como si fueran coachs profundos. Quizá ahí empiezan tantos éxitos y, a la vez, fracasos de nuestro tiempo de ideas cortas que se hacen largas.
“¿Llevo suficiente maquillaje?”, pregunta Victoria a David. “Más que suficiente”, responde él. Documental resumido. En seis palabras.