Román y su hasta ahora apoderado, Eduardo Martínez han decidido, de común acuerdo, dar por finalizada la relación profesional que les ha unido durante este tiempo.

A través de un comunicado remitido a esta redacción, han anunciado que la decisión se ha tomado de manera amistosa y «con el máximo respeto personal y profesional». Ambas partes expresan «su agradecimiento mutuo por el trabajo realizado, la confianza compartida y los momentos vividos a lo largo de esta etapa».

Tanto Román como Eduardo se desean «la mejor de las suertes en sus respectivos caminos futuros», manteniendo una relación «de estima y cordialidad».