La IV Vila Bira ya es historia. La prueba cicloturista se está consolidando en el calendario. Se agotaron los 800 dorsales y la marcha … se celebró con inmejorables condiciones climatológicas y muy buen ambiente.

Josetxo Berasategi, de la organización, destaca que «salió todo bien. Alguna caída sin consecuencias y un hospitalizado, por picadura de abeja. Todo lo demás, perfecto. Estamos muy contentos con cómo salió la marcha y todo el fin de semana».

Una de las notas de color fue la música que los lesakarras Joxema Igoa, Maider Goizueta y Mikel Maya ofrecieron en la ascensión a Agiña. Cuenta Berasategi que «hacía tiempo que quería hacer algo así y fue un puntazo».

El hecho de tener el cuartel general en el frontón Jostaldi es una ventaja. «Los primeros años estábamos en el aparcamiento de la playa, que es un sitio bueno y muy bonito, pero siempre estás pendiente de qué tiempo va a hacer. En el frontón estamos mejor, más cómodos».

Además, esta instalación da opción a actividades como la del sábado, cuando Patxi Vila y Haimar Zubeldia, homenajeado de esta edición, ofrecieron una charla diseccionando el ciclismo profesional actual y comparándolo con el de su época.

El domingo arrancó con un aurresku, un pequeño homenaje a Zubeldia y la foto de rigor frente a la cinta de salida, en la que también estaba el profesional irundarra Haimar Etxeberria, que la víspera había conseguido un sensacional quinto puesto en el Tour de Vendée.

El enorme pelotón fue hacia Bera y realizó paradas en los avituallamientos para reagruparse. El menú era tan exigente como bonito, con ascensiones a Lizuniaga, Lizarrieta, Agiña, Aritxulegi y jaizkibel por Lezo. Unos parajes conocidos por muchos, aunque también había participantes de fuera. No hay que olvidar que el 49% de los dorsales se vendieron en Francia, y muchos de ellos, lejos de Iparralde.

Al acabar la prueba los participantes recibieron sus medallas y disfrutaron de un suculento avituallamiento en el frontón Jostaldi, en cuyo exterior poco antes se había celebrado la marcha infantil.