El Capitán Torres, interpretado por William Levy, regresa junto a su tropa a una nueva misión en Tenerife: un grave incendio que afecta descontroladamente a buena parte de la Isla mientras la Unidad Militar de Emergencias (UME) hace lo posible por mitigar el fuego. Así es el argumento de la segunda parte de Bajo un volcán, la nueva película del director Hugo Martín Cuervo que da continuidad a la primera saga del cineasta y que se rueda desde hace un mes en la Isla. «Nunca había participado en una saga y es un honor y un orgullo tenerla, al fin, con un equipo de esta magnitud», cuenta.

Bajo un fuego combina la ciencia ficción y la aventura con el amor, al igual que su precesora. En esta ocasión, la carga romántica volverá a hacer acto de presencia con personas del pasado del Capitán Torres, que aparecerán en pantalla para poner su vida patas arriba. A la vez, el protagonista deberá lidiar con algunas confusiones en su relación con la Teniente Salamero (Adriana Torrevejano), que experimentará un giro que hará tambalear su amistad.

Posibilidad de una tercera parte

Apenas ha pasado medio año del estreno en cines de la primera parte y poco menos de una semana de su lanzamiento en Netflix, pero Martín Cuervo ya está finalizando el rodaje de la secuela. «Estábamos muy contentos de cómo habíamos trabajado la primera vez y del resultado final. Así que decidimos repetir la experiencia porque quedaban muchas historias por contar y aventuras por vivir», detalla. De hecho, el director planea ya la posibilidad de una tercera parte, pero prefiere no adelantar más detalles: «Siempre hay conversaciones sobre qué es lo que pasará después y la cabeza se pierde en cómo podría continuar esta aventura. Aunque ahora estamos centrados en esta segunda película, es inevitable pensar en el futuro de los personajes».

El rodaje comenzó a principios de septiembre y para antes de que acabe octubre, él y su equipo, estarán de vuelta a casa. Para el director, volver a Canarias es «siempre un acierto» por la versatilidad del Archipiélago y los sets naturales que ofrece. En este sentido, el equipo ha aprovechado al máximo la oferta tinerfeña y ha rodado en varias localizaciones de la Isla: Tegueste, Santa Cruz de Tenerife, La Esperanza (El Rosario), La Laguna y Hoya Fría.

Nuevos fichajes

Y aunque hay caras que volverán a la pantalla como la de Antón Lofer – Cabo López en la película–, la cinta cuenta con nuevos fichajes. Es el caso de Rubén Bernal, el actor conocido por interpretar a Saúl Ortega en El secreto de Puente Viejo, que se incorpora al elenco de esta nueva aventura. Eso sí, el director adelanta que un nuevo comandante aparecerá en escena, pero habrá que esperar a su estreno para conocer el rostro de este nuevo personaje.

Aunque lo más llamativo es, quizás, la participación de Kailey Levy, la hija de William Levy en la vida real. La joven de quince años debutará en el cine y lo hará, por primera vez, de la mano de su padre, con quien compartirá pantalla para narrar una historia de desafíos y «mucho amor».

Beneficios para Canarias

El 75% del personal que participa en la producción de Bajo un fuego es residente en las Islas, al igual que las empresas proveedoras que intervienen en la producción. El director de Producción de Secuoya Studios —productora de la pieza—, Guillermo Ríos, explica que el rodaje de esta película de perfil internacional beneficia a Canarias en muchos sentidos. «No solo nos coloca en el mapa de las producciones audiovisuales, sino que también permite consolidar el despertar de este sector en las Islas y cumplir los requisitos para el incentivo fiscal», agrega.

Secuoya Studios acumula más de 25 producciones rodadas en los últimos ocho años y Bajo un fuego se une a la amplia trayectoria de la productora y de Hugo Martín Cuervo. Y pese a que aún no hay una fecha de estreno fijada, el público ya espera con ansias la secuela de la que hoy es número uno en Netflix.

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