El Gobierno recula en su propuesta de subida de las cuotas de la Seguridad Social de los autónomos para 2026. «Pido tranquilidad y sosiego», … afirmó esta mañana Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en el Congreso de los Diputados. «Todas las reformas que están encima de la mesa del diálogo social requieren de una reflexión y de escuchar, y eso es lo que estamos haciendo desde el Ministerio», añadió.
De momento, las palabras que han escuchado han sido «sablazo», «error», «no merecen vivir estrangulados» y «no daremos ni un solo voto». Estas han sido las declaraciones de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y de diferentes formaciones políticas, desde la oposición hasta los socios de investidura y compañeros del Consejo de Ministros.
Así, dos días después de presentar la reforma que eleva los pagos mensuales de los trabajadores por cuenta propia entre 11 y 206 euros, en función de cuál sea su nivel de ingresos, Saiz paraliza los cambios. «Vamos a dejar tiempo y vamos a analizar», expresó la ministra desde la tribuna de la Cámara Baja. La titular del ramo defendió que la propuesta es la que «ya se acordó y se votó» y pidió a la oposición «menos hipocresía, porque ellos fueron los primeros que lo votaron».
En 2022, el Gobierno estableció un sistema de cotizaciones por tramos para que, poco a poco, los autónomos vayan acercando lo que pagan en sus cuotas a sus ingresos reales. Con estas medidas —aseguran sus promotores— se reforzaría el sistema de pensiones y, al mismo tiempo, los autónomos tendrían derecho a prestaciones más elevadas, aunque a costa de un mayor esfuerzo fiscal del que hacen actualmente. «Se ratificó en una ley, que por cierto salió gracias a los votos a favor del PP», recalcan fuentes del departamento de Saiz.
Esta reforma se centró en el sistema de cotización que introdujo un nuevo método para cotizar según los ingresos reales, divididos en quince tramos, con un período de transición hasta este año. Además, se produjeron incrementos en las bases máximas y mínimas de cotización y se revisaron los límites de edad para elegir la base de cotización.
En su intervención, Saiz recordó que antes de esta reforma el 85% de los autónomos cotizaban por la base mínima, un factor que luego «arrojaba una importante desprotección social» que se traducía, por ejemplo, en pensiones 650 euros más bajas de media en comparación con un asalariado, advierten desde su departamento. «Eso se corrige cotizando por lo que se cobra exactamente, como hace el resto de los trabajadores de este país. Es una reivindicación histórica del colectivo de autónomos», apostilló la ministra.
Además, Saiz insistió en que, más allá de la subida de cuotas, se han planteado otras medidas que refuerzan las prestaciones de los autónomos, como la prestación por cese de actividad, popularmente conocida como «el paro de los autónomos», una ayuda que las organizaciones sectoriales denuncian que no llega de forma suficiente al colectivo.
La propuesta de Seguridad Social, señalan sus promotores, se trata de «un reconocimiento más rápido y homogéneo, evitando diferencias entre mutuas, para facilitar el acceso a la prestación». Sin embargo, para los representantes de los autónomos «nada cambia» —en palabras del presidente de ATA— y supondría que se deniegue esta prestación en un 40% o 50%, frente al 60% actual. La medida no contentó a los representantes en la mesa de diálogo social. Lorenzo Amor, presidente de ATA, la calificó de «bluf». Más receptivo, no obstante, se mostró Eduardo Abad, presidente de UPTA, quien ve «modificaciones sustanciales», aunque indicó que su organización enviará esta misma semana su propuesta para mejorar el documento proporcionado por el Ministerio para su posterior debate.