Miércoles, 15 de octubre 2025, 19:52
Dani Rovira llora la muerte de su padre. El humorista y actor ha confirmado la triste noticia con una desgarradora carta publicada este miércoles en su perfil de Instagram en la que dedica conmovedoras palabras a su progenitor «Crecí de tu mano. No recuerdo ni una sola vez que me la hayas soltado. Solo soltabas para que me atreviera a volar solo, como aquella vez que, después de quitarle los ruedines a mi primera bicicleta, corrías de mi lado sujetando fuerte el sillín por la parte de atrás. Solo tu amor te hacía soltarme para poder mirar atrás y verte ya a unos metros viéndote reír y gritarme ¡vas solo, ya vas solo, Danilillo!», comienza diciendo.
El intérprete de películas tan exitosas como ‘Ocho apellidos vascos’, destaca el amor incondicional de su padre, sobre todo, en los malos momentos como los que vivió cuando al actor le diagnosticaron de cáncer. «Y las veces que caía, que eran muchas, tardabas medio segundo en llegar y levantarme. Cuando veías que mi llanto era más por miedo que por dolor, reías y celebrabas como un gol el pequeño trecho recorrido».
El artista malagueño recuerda que su padre, además del espejo en el que mirarse, fue una de las personas que le más le ayudó a perseguir sus sueños. «Soy lo que soy porque mis sueños fueron tu prioridad. Creíste en mí en todos mis aciertos y en todas mis cagadas. No hace ni dos días que decidiste marcharte y ya noto que algo falta. Como si hubiera perdido un poco el equilibrio de todo, como si tuviera que entender de nuevo la vida, como si doliera el aire. Será que perder tu raíz dentro mí, hace que se me tambaleen todas las ramas. Y no paran de caérseme las hojas», señala.
«Tu bondad y nobleza traspasaba el pecho»
Rovira muestra abiertamente su dolor por la irreparable pérdida. «Estos días tus amigos de siempre me hablaban de todo lo bueno que había en ti, que era todo y mi amor crecía y crecía de saber que elegiste estar en la cara buena y amorosa del mundo. Tu bondad y nobleza traspasaba el pecho de cada persona que tuvo la dicha de cruzarse contigo. Porque ese era tu súper poder, el amor que irradiabas y tu risa, exagerada y disfrutona. Ojalá volver a escucharte reír así una vez más…daría lo que el diablo me pidiera. Estés donde estés, estate tranquilo. Aunque ahora no exista consuelo entre nosotros, estaremos bien, seguiremos cuidándonos los unos a los otros. Gracias por la vida que nos has regalado. Gracias por tu hermoso legado», finaliza.
Reporta un error
